“NOS SENTAMOS PARA PEDIR RESPETO Y UN ANDAR DIGNO”
Por segunda ocasión en siete días de caminata, la policía intentó frenarlos, otra vez en la carretera
El cerco estaba en la oscuridad. A unos minutos de que saliera el Sol, la caravana de migrantes se topó con un retén de 200 policías federales. Por segunda ocasión en siete días de caminata, la policía intentó frenarlos.
Estaban desarmados, pero con equipo antimotines.
Sentarse en el suelo fue la respuesta de los miles de centroamericanos que quieren llegar a la frontera norte de México. Ninguno de los dos bandos buscó el enfrentamiento.
Fue entonces que en un espacio de 200 metros se dio un diálogo encabezado por personal de derechos humanos.
La policía argumentó que frenar la caravana era para informarles y explicarles a los migrantes el nuevo plan del gobierno federal para regularizar su estancia en el país. Ahí, en medio de la carretera y casi de madrugada.
“Les pido, el primer cometido es explicar ampliamente el programa, hay una persona para exponer plenamente el programa. Está la persona directa. No estamos para agredir a nadie, pero necesitamos un tema de control y de orden”, remarcó el comisario general de la Policía Federal, Benjamín Grajeda.
Pero los migrantes no aceptaron por los mismos motivos por los que la Policía Federal montó el operativo: estaban en medio de la carretera, casi de madrugada y sin señal de teléfono.
Entonces no hubo acuerdo. La caravana dijo estar dispuesta al diálogo, pero en otras condiciones y de preferencia en Ciudad de México. La CNDH tuvo que intervenir. Emitió en el sitio medidas cautelares de manera verbal a la policía para que garantizara la seguridad de los migrantes en tránsito, permitirles avanzar y evitar que estuvieran varados bajo el Sol, sobre todo por la presencia de niños. Fue ahí que los policías desistieron y anunciaron que quitarían el retén. La caravana siguió adelante.
“Nos sentamos para demostrar que estábamos exigiendo respeto, un andar digno, no violencia, con respeto a los derechos humanos, las comisiones de derechos humanos hicieron su trabajo y ahora les pedimos que lo hagan más fuerte, porque ahora este andar lo vamos a hacer más fuerte”, expresó Gina Garibo, coordinadora de Pueblo sin Fronteras.
Alrededor del mediodía, los migrantes llegaron a Tapanatepec, el primer municipio de Oaxaca que pisa la caravana.
Los primeros migrantes comenzaron a instalarse en el centro del pueblo, luego de cruzar Chiapas a lo largo de seis municipios.
La organización Pueblos sin Fronteras condenó la presencia de los federales en la carretera e instó a las autoridades a cesar “el hostigamiento y confrontación por parte de la Policía Federal-Gendarmería y cualquier otra institución de seguridad y orden social en México que atente contra el tránsito y garantía de derechos de los migrantes.
“Exigimos garantía en los principios de no separación familiar, no deportación y reconocimiento de la condición de refugio de las personas en tránsito”.
La ONG responsabilizó al gobierno de cualquier acción o agresión contra los migrantes que suman todavía más de 4 mil personas. m