Hembras, más susceptibles a desarrollar adicción a la mota
La investigación se publicó en Frontiers in Behavorial Neuroscience
Un nuevo estudio en ratas, publicado en Frontiers in Behavioral Neuroscience, reveló las diferencias biológicas en respuesta al cannabis entre machos y hembras.
Para ello, se examinó la influencia de hormonas sexuales como la testosterona, el estrógeno y la progesterona en el sistema endocannabinoide: redes de células cerebrales que se comu- nican usando la misma familia de sustancias químicas que se encuentran en el cannabis: los cannabinoides.
Uno de los resultados fue que los machos tienen hasta cuatro veces más probabilidades de probar cannabis y consumen dosis más altas con más frecuencia. “Los esteroides sexuales masculinos aumentan el comportamiento de riesgo, lo que puede explicar por qué ellos son más propensos a probar drogas”, declaró Liana Fattore, coautora del estudio e investigadora principal del Consejo Nacional de Investigación de Italia y presidenta de la Sociedad Mediterránea de Neurociencia.
Sin embargo, machos y hembras difieren en frecuencia y patrón de consumo, y en la posibilidad de desarrollar una adicción. “Las hembras parecen más vulnerables a nivel neuroquímico a volverse adictas”, explicó Fattore.
“El estrógeno afecta el control de movimiento, comportamiento social y filtrado de información sensorial en el cerebro, todos ellos objetivos de la toma de drogas, a través de la modulación del sistema endocannabinoide, cuya respuesta influye en la producción de la hormona, resaltó. Ellas tienen diferentes niveles de endocannabinoides y receptores más sensibles que los machos en áreas del cerebro relacionadas con estas funciones, con cambios significativos a lo largo del ciclo menstrual. Como resultado, las interacciones entre el sistema endocannabinoide, el nivel cerebral de dopamina y el neurotransmisor de placer, dependen del sexo”, aseveró. “Los efectos variaron según el cannabinoide, así como la cepa de los animales analizados y la duración de la exposición a la hormona”, admitió Fattore. Sin embargo, los datos hasta ahora son consistentes con la idea de que el estrógeno regula la respuesta a los cannabinoides. Al igual que en los animales, el comportamiento genético y hormonal de hembras y machos humanos es diferente”. “Los niveles sanguíneos de las enzimas que descomponen los cannabinoides fluctúan a lo largo del ciclo menstrual, y según estudios, los niveles cerebrales de los receptores de cannabinoides aumentan al envejecer”, añadió.
Fattore cree que profundizar en las interacciones de cannabinoides y esteroides sexuales es crucial para evaluar el impacto del consumo de la planta y sus consecuencias. “Los tratamientos de desintoxicación adaptados al género son cada vez más solicitados. La optimización de los protocolos personalizados de prevención y tratamiento exigen más investigación sobre las disparidades sexuales en respuesta a la mariguana”. m