Petkoff, libertario indomable
Para algunos de mi generación y otros de las siguientes, Teodoro Petkoff fue un símbolo comunista libertario. Transitó del viejo credo dogmático del comunismo prosoviético con escala en el castrismo de los sesenta, a una mirada libre que lo enfrentó a la caricatura grotesca de ambos “modelos” de esa iglesia en extinción, encarnada tanto en Chávez como en Maduro, quien le impidió salir a recibir el premio Ortega y Gasset en 2015, por lo que Petkoff afirmó tengo a Venezuela por cárcel.
También había recibido el Premio María Moors Cabot, en 2012.
El periodismo fue la última escala de su valiosa vida de lucha por la libertad. Comenzó combatiendo la dictadura de Pérez Jiménez casi simultáneamente al combate de Fidel y los barbudos contra Batista.
Entonces lo hizo como líder estudiantil y militante de la Juventud Comunista. Al triunfo de Rómulo Betancourt consideró que éste no respetó la voluntad popular y se levantó en armas en su contra. Estuvo preso varias ocasiones y se fugó espectacularmente una vez descolgándose del hospital y otra mediante un túnel.
Cuando se percató que la lucha armada estaba al margen de la gente y que se había realizado bajo un supuesto equivocado, no tuvieron, él y sus compañeros, problema en corregir y retornar a la lucha política.
Desafortunadamente no tuvo éxito electoral. Como candidato a la Presidencia obtuvo muy pequeños porcentajes, mientras la candidatura de Chávez alcanzaba una gran aceptación. Cruel paradoja.
Es falso que exista una ecuación “pueblo bueno”, es igual a opción adecuada. Ocurre lo contrario, la demagogia es mucho más atractiva, que una propuesta consistente. No era un marxista de cubículo. Su ruptura con el dogmatismo ocurrió de forma tajante al condenar la invasión soviética a Checoslovaquia.
Junto con varios dirigentes del Partido Comunista, salió de sus filas y fundaron el Movimiento al Socialismo (MAS), al que dejó cuando éste apoyó a Chávez.
Teodoro Petkoff tuvo las agallas de enfrentar a los fanáticos del castrismo-chavismo, quienes lo acusaron de renegado. Típica conducta de los inquisidores.
El chavismo y el castrismo llevaron a Cuba y a Venezuela al borde de su desaparición, cubriéndose con el disfraz revolucionario, al mismo tiempo que gestaban una casta que en Venezuela llaman Boliburguesía.
Teodoro Petkoff representa la posibilidad de otro camino. Una ruta orientada a realizar un nuevo comienzo.
La decadencia de una izquierda simuladora que ha llevado a una restauración derechista casi neo fascista en Brasil y al colapso nacional a Venezuela y a la obscena tiranía de Ortega en Nicaragua, puede revertirse siempre y cuando se rompa con esos redentores millonarios.
La excomunión de Petkoff expresa una tremenda realidad. La “izquierda” gobernante de los 25 años recientes, practicó políticas muy estridentes, pero poco profundas y con frecuencia realizó prácticas de inmensa corrupción. Todo eso ha entrado en crisis.
El desprestigio de esas políticas y esos gobiernos facilitó las campañas de la derecha para derrotar a esas “izquierdas” castristas.
En México es hora de oponerse a las tentaciones inquisidoras de esa “izquierda simuladora” e imbécil.