NY, reto para los grandes
El serial World Marathon Majors tiene doble empate en la cima de la clasificación; los resultados del domingo pueden marcar un paso al campeonato
Boston, Berlín, Chicago, Londres, Nueva York y Tokio son los maratones elite en el mundo, en los que participar y subir al podio no solo sirve para obtener el reconocimiento y el premio en efectivo que se da al terminar cada competencia, sino también para sumar puntos y poder llevarse el título global del serial World Marathon Majors. Y a un día de que se realice la tercera fecha de esta temporada, que se efectuará sobre las calles de Nueva York, en esa clasificación se tiene un doble empate en la cima de hombres y mujeres, donde coincidentemente los líderes acumulan 25 puntos: el keniano Eliud Kipchoge y el inglés Mo Farah son los corredores que ocupan la cima entre los varones, mientras las también kenianas Brigid Kosgei y Gladys Cherono hacen el 1-2 en su rama. El objetivo de esta clasificación es tener al final del ciclo a los mejores maratonistas, incluidos también a los de sillas de ruedas, y por eso, se reconoce y premia a la constancia. El ciclo actual comenzó con el Maratón de Berlín y concluirá en la misma carrera en 2019, por ello, lo que suceda en la carrera en Nueva York este domingo puede permitirle a los ganadores dar un paso al título. Se distribuyen puntos de acuerdo con la posición en que finalicen en cada carrera, pero hay un detalle, a cada atleta se le toma en cuenta para el ranking sus dos mejores resultados. Al final de la temporada, a los tres mejores de cada categoría se le otorgan premios en económico. El matador valenciano Enrique Ponce tuvo su primera comparecencia tras 16 años de ausencia de Guadalajara, esta fue previa a la corrida del domingo, en la plaza Nuevo Progreso, ante el gran juez que es el público mexicano.
“Volver a Guadalajara, que es de las mejores aficiones no solo del país, sino del mundo, es una gran satisfacción, un gran motivación, pero un reto muy grande. Tengo de recuerdo esa manera en que la afición paladea el toreo bueno”, explicó. “Creo que estoy de regreso en el mejor momento de mi vida taurina ante una afición exquisita”.
Respecto a su vigencia luego de tres décadas de estar en la cúspide, Ponce lo explicó en la búsqueda constante de llegar a la perfección:
“Siempre trato de evolucionar en la forma de interpretar el toreo, ya me han tocado varias épocas, poco tiene que ver el toreo de los años noventa a lo de ahora. Siempre busco la perfección en el toreo, en eso he encontrado la base de la evolución mía. El toreo es evolutivo como muchas de las artes”.
Y fue más allá, “los toreros tenemos que adaptarnos a los nuevos tiempos, y como todo arte es inexplicable, unos llegan otros no; unos se mantienen, otros no. El toreo es transmitir emociones y cuando una plaza como Guadalajara tiene la sensibilidad para captar el toreo bueno, de calidad, no es una plaza difícil, sino que le gusta lo bueno y no se conforma con menos”.
El diestro valenciano comparó la plaza de Guadalajara con la española de Bilbao, donde se exige el trapío de los toros, pero también se aprecia a los toreros.