Palomazo. No a discriminar ni criminalizar a migrantes
Rubén Albarrán y Emmanuel del Real, Meme, integrantes de Café Tacvba, visitaron el albergue habilitado en la Ciudad Deportiva para la caravana de centroamericanos, donde llamaron a los mexicanos a evitar el surgimiento de actitudes xenófobas.
Muchos salen del Palillo para comprar tacos, refrescos y bebidas alcohólicas; unos ya consiguieron trabajo
Dicen que la sábila limpia el ambiente y aleja las malas energías. Por eso Rubén Albarrán, vocalista de Café Tacvba, le prendió fuego a una de esas plantas en el albergue migrante en Ciudad de México.
Mientras lo hacía, Rubén, en cuclillas, celebró en pleno estadio Jesús Palillo Martínez a los "caminantes", como se refirió a los miles de centroamericanos.
"Bravo por los caminantes, por suvalentía,porsufortaleza.Nohay seres humanos que sean ilegales", exclamó.
Para entonces, él y Emmanuel del Real, Meme, otro de los tacubos, ya se habían echado el primer
palomazo con “Olita de altamar”: apenas necesitaron una guitarra y varios chiflidos.
Antes de terminar su ritual, Albarrán, de playera sin mangas y con su morral al hombro, pidió por los "caminantes".
"Por todas las personas que están en movimiento, que estén con bien, que sean bienvenidos adonde han decidido llegar, que los obstáculos se disuelvan, que todos los niños estén contentos, que coman bien,algonutritivo,quepuedancomer unos frijolitos".
Para entonces pasaban de las 4 de la tarde en la ciudad deportiva de la Magdalena Mixhuca, Albarrán y Meme ya habían recorrido una parte de este campamento para darle la "bienvenida" a esta caravana migrante.
A su paso, algunas personas, principalmente trabajadores del gobierno de Ciudad de México que los veían pasar tarareaban parte de cancionescomo“Ingrata”y“Eres”.
Pero para cerrar, los integrantes de Café Tacvba decidieron interpretar “Flores”:
"Invítame a sentarme junto a ti. Escucharé todos tus sueños y déjameestrechartusmanosyregalarte unas pocas de ilusiones"...
Y afuera
Los alrededores de la Magdalena Mixhuca se han convertido en otros espacios de convivencia para los centroamericanos.
Desde temprana hora empieza el trajín entre las puertas 6 y 7 del estadio. Hombres, mujeres, niños salen y acuden a los negocios aledaños. Quienes tienen algo de dinero compran refrescos, tacos u otros alimentos que no les proporcionan en el albergue, incluidas bebidas alcohólicas.
Situación que en algunos casos ha incomodado a negocios, principalmente a los de abarrotes y vi- naterías. Si bien son beneficiados con el consumo, después de un ratopuedenpadecerelestadoinconveniente de quienes se embriagan.
"Nosotros tenemos que parar la venta de alcohol porque cuando comienzan a beber demasiado se ponen violentos y nos amenazan por no venderles", explica Miriam, dueña de una tienda.
A pesar del operativo de seguridad montado por la Secretaría de Seguridad en las inmediaciones, existen conductas que solo observan a la distancia. Así lo consideranotrospropietariosdenegocios, quienes creen que mientras no dañen sus locales, la autoridad solo deberíainstarlosaquedejendebeber en la calle.
Noobstante,EnriqueMartínez, dueñodeunlocaldebordados,prefiere permitirles que recarguen la batería de sus celulares.
"Como siempre habrá gente buena y mala en esa caravana. Pero creo que lo mejor es ayudar a esta gente en su tránsito. Hoy por mí, mañana por ellos", asegura.
Y algunos ya hasta les han permitido trabajar en sus locales. Como Everardo, quien consintió que Wilfredo Baruch, migrante salvadoreño, le ayude a limpiar mesas, cargar refrescos y cortar verduras en su puesto de tacos, a cambio de unagratificacióndiariaypropinas.
"Me puse a recoger los envases y vieron mi actitud, así es como estoy ayudándoles y fue como el dueño del negocio se fijó en ello, porque uno lo que quiere es trabajar y ganarse la comida. En México haymuchagentebuena",comenta Wilfredo.