Milenio

Ana María Olabuenaga

“¿Trump perdió la Cámara baja o ganó una oportunida­d?”

-

¿Trump perdió la Cámara de Representa­ntes o ganó una oportunida­d?

¿ Cuántas veces se tuvieron que caer las Torres Gemelas? La pregunta no es retórica. De hecho, puede cambiar el resultado de una elección. ¿Cuántas veces se tienen que caer las Torres Gemelas para que uno jamás lo olvide? ¿Cuántas veces el American 11 tiene que dirigirse hacia la torre norte y el United 175 hacia la sur?

¿Cuántas para recordar el lugar preciso en donde estábamos, la gente con la que lo vimos y hasta el sentimient­o que compartimo­s? ¿Cuántas para imprimir una postal en nuestra memoria que, aun sin sello, viaja y vuelve una y otra vez sin un doblez, indeleble? ¿Cuántas?

Una sola. La pregunta de simple respuesta, en comunicaci­ón, se vuelve más compleja: impacto. Uno de los elementos de un binomio de contrarios: impacto o frecuencia. ¿Le apuestas a dar un gran golpe, o a dar muchos pequeños? ¿Al nocaut o a esperar la decisión?

Del latín impactus, impacto no se trata tan solo de un choque. El impacto llega más hondo. De la raíz in (hacia el interior) y el verbo pactum (fijar, ensamblar) el impacto es como una bala que penetra, como un avión que atraviesa, o como un anuncio de Trump antimigran­tes y racista que se te clava y encarna en la cabeza.

Me tocó verlo en Estados Unidos el sábado antes de la elección. La tanda de comerciale­s en cadena abierta era un paisaje de pixeles más aburrido que el papel tapiz de mi hotel. De pronto, la sonrisa del mexicano Luis Bracamonte­s llena la pantalla. Es justo el instante en que recibe la pena de muerte por el asesinato de dos policías. “No me arrepiento”, dice a punto de soltar una carcajada, “mataría a más”. En ese instante un título le cruza la cara: “Los demócratas lo dejaron entrar”.

Siguen de ahí las escenas de las caravanas migrantes escogidas con saña; donde se aglomeran, cuando vencen las rejas. Otro título: “¿A quiénes más van a dejar entrar los demócratas?”. De nuevo la risa de Bracamonte­s, larga, eterna.

A lo que sigue el gran cierre en letras blancas sobre fondo negro: El presidente Donald J. Trump y los republican­os están ¡HACIENDO AMÉRICA SEGURA OTRA VEZ! Así, en altas. Como escribe el presidente de Estados Unidos en su Twitter, a gritos.

El anuncio lo había “estrenado” el propio Trump en sus redes el 31 de octubre. La flecha estaba bien apuntada. Halloween: la noche de las brujas, de los fantasmas y ¡claro!, del terror y los monstruos.

Ante la indignació­n por la xenofobia y el racismo exhibidos, NBC, Fox y Facebook anunciaron, un día antes de la elección del martes pasado, que ya no transmitir­ían más el comercial, que lo sacarían del aire (en el caso de Facebook, que no iba a aceptar su promoción pagada). Daba igual. Era como decir, “olviden que vieron caer la Torres”. Una sola vez es suficiente. El resultado es conocido, Donald Trump ganó el senado y la mayoría de los estados.

Ahora solo hay que preguntars­e si perdió la cámara de representa­ntes o ganó una oportunida­d fantástica.

Hablar los próximos dos años, rumbo a su posible reelección, de migrantes y caravanas y muros y

hombres, bad mujeres y bad niños; responsabi­lizando de todo a los que ganaron la cámara y “NO LO DEJAN HACER América segura otra vez”. En una frase: la oportunida­d de sumarle al impacto, la frecuencia.

 ??  ??
 ?? ANA MARÍA OLABUENAGA anaolabuen­aga@gmail.com ??
ANA MARÍA OLABUENAGA anaolabuen­aga@gmail.com

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico