Juan Pablo Becerra-Acosta

“Este sexenio fracasó en uno de los más dolorosos casos de violencia”

Gracias a los insólitos contactos que suele tener nuestro intrépido reportero Abraham Reza, y gracias a las sólidas fuentes con las que habitualmente cuenta nuestra perseverante y meticulosa reportera Vanessa Job, este lunes MILENIO publica esta durísima información: “Libres ya, cuatro imputados clave del caso Ayotzinapa”. El especial de MILENIO es inquietante (léalo) porque ilustra las tremendas deficiencias que existen en nuestro sistema de procuración de justicia. Aquí solo algunas partes de la información: “Desde hace poco más de tres semanas, personajes clave en el voluminoso expediente sobre la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa ya están libres: Agustín García Reyes, alias El Chereje; Jonathan Osorio Cortés, alias El Jona; Patricio Reyes Landa, alias El Pato, y Salvador Reza Jacobo, alias Lucas, fueron dejados en libertad “por falta de elementos”.

Con esa decisión judicial, todo el Caso Iguala y la llamada “verdad histórica” se tambalean.

“El Chereje, El Jona y El Pato han sido el pilar en el que la PGR sustentó una parte fundamental de la llamada “verdad histórica”: la que asegura que los estudiantes fueron asesinados, sus cuerpos calcinados en el basurero de Cocula, y sus cenizas y huesos esparcidos en el río San Juan del estado de Guerrero.

“(…) la juez primera de Distrito de Procesos Penales Federales en el estado de Tamaulipas ha sido muy severa con los investigadores del caso: resolvió que el Ministerio Público no pudo acreditar… ni la existencia del cártel imputado: Guerreros Unidos.

“Tampoco suficientes evidencias de que los liberados… fueran narcos.

“La juez aclara que su determinación no quiere decir que los hechos no hayan sucedido como los narró la PGR, ni que no exista el cártel imputado, sino que el Ministerio Público no lo comprobó en este caso: ‘La decisión aquí adoptada no debe entenderse en el sentido de que inexiste la organización criminal Guerreros Unidos, ni que los hechos que consignó el fiscal no hubiesen sucedido, sino que las pruebas que fueron lícitamente aportadas a la causa no lo demuestran suficientemente y por ello debe decretarse la soltura de los inculpados”’.

Y remata: “La autoridad judicial no puede enmendar los errores u omisiones del órgano acusador”. Una vergüenza. El martes 27 de enero del 2015 el procurador Jesús Murillo Karam daba a conocer una narrativa fuertemente cimentada y sustentada en las declaraciones (al parecer conseguidas ilegalmente y con torturas) de El Chereje, El Jona y El Pato, y concluía pronunciando aquella polémica frase de que esa era… “la verdad histórica”.

Nunca voy a entender su insolencia. Su insolente frase. ¿No pudo haber dicho, con sobriedad, algo así como: “Esta es la información que tenemos hasta ahora”, y ya? No. Esta es la verdad y se callan. Y háganle como quieran. El más autoritario de los reflejos quedaba plasmado en aquella conferencia de prensa, que retrataba de cuerpo entero a una presidencia y a un gabinete que nunca entendieron… que no entendían.

Este sexenio cierra así, con un rotundo fracaso en uno de los más dolorosos casos de violencia que hemos padecido. A ver si aunque sea detienen a El Mencho antes de irse…

Nunca voy a entender la insolencia de Murillo Karam, su insolente frase