Ya duermen en el cruce fronterizo, muy cerca de su sueño americano
Algunos migrantes que se encuentran en Tijuana desde hace semanas están hartos de seguir en campamentos improvisados y de las condiciones insalubres y hacinamiento que encontraron en algunos lugares en su paso hasta esta ciudad fronteriza.
Pero sobre todo, están hartos porque no han avanzado hasta su objetivo: Estados Unidos.
Ayer cientos ya no pudieron más y unos 150 de ellos decidieron salir del albergue, en la unidad deportiva hacia el puente fronterizo El Chaparral.
“Queremos llegar a la frontera porqueaquínohacemosnada,hermano. Tenemos tres semanas”, le dijo un migrante a otro.
Desde ese momento, autoridades federales intentaron convencerlos de no avanzar. “Es un lugar más seguro aquí. Mayor organizado,sinriesgos,estamoshaciendoel trabajoparaqueestoterminebien, se puede echar a perder ese trabajo”, pedía Juan Carlos Morán, de la Policía Federal.
Pero no hicieron caso y comenzaron a andar los casi dos kilómetros de distancia. En el Día de AccióndeGraciasenEstadosUnidos, ellos querían el suyo.
“Hoy comemos pavo”, gritaban ensutrayectoquefueresguardado por la Policía Federal.
Unos metros antes de llegar a la entrada peatonal de la garita, las autoridades intentaron de nuevo dialogar con los centroamericanos. Para convencerlos, incluso ofrecieron empleo en México.
“Aquí hay mucho trabajo en la ciudadyloquequeremosesqueno estén de ociosos, mientras se van a Estados Unidos”, dijo con un megáfono un integrante del Instituto Nacional de Migración.
“Acuérdense que hay más de 7 mil empleos aquí en Baja California y más de 100 mil en toda la República”, añadió Édgar Corzo, visitador de la CNDH.
Pero fue inútil pues llegaron a
“Hoy comemos pavo”, gritaban los centroamericanos en su trayecto hacia el puente fronterizo El Chaparral
la garita, donde pidieron dialogar con autoridades del gobierno de Trump, que nunca llegaron. En todo ese tiempo, el paso peatonal por el puente fronterizo El Chaparral no fue cerrado. No así la circulaciónenlasinmediaciones,quealas 18:00 horas fue reabierta.
Hasta las 10 de la noche, cientos seguían en el cruce fronterizo. Algunos llegaron con casas de campaña y colchonetas para dormir a unos metros de EU, lo más cerca que han estado de su “sueño”.