Batalla por el federalismo. 2 . La restauración
Decumplirsealaletraelproyecto del nuevo gobierno para fortalecer el poder central a costa de los poderes locales, estaríamos ante el renacimiento de un híbridotípicamentemexicano:elfederalismocentralista.Osucontrarioidéntico(al revés volteado): un centralismo federal.
Noseríaunanovedad.Seríamásomenos lo que hubo en México durante los años de la hegemonía del PRI.
“Federación" quería decir entonces “Centro". Federalizar algo era centralizarlo, no repartirlo entre las entidades federativas.
A partir del año 2000, la democracia fragmentóelpoderdelafederación,quese concentraba en las facultades legales y en lasfacultadesnoescritasdelPresidente.
La federalización/centralización siguió en muchos ámbitos, pero no fue ya en servicio del poder ejecutivo y el Presidente, sino en su demérito, mediante la proliferación de innumerables entes autónomos, como el instituto y los tribunales electorales, el BancodeMéxico,laComisiónFederalde Competencia y tantos otros que, en el reparto institucional de facultades, servían decontrapesosalpresidente:recortaban y acotaban su poder.
La federalización/ centralización que planteaelnuevogobiernopretenderecobrar el control anterior sobre los estados y disminuir o desaparecer el peso de los entes autónomos. Tiene los visos de una restauración. Enelentornodemocráticodehoy,restaurar aquello es imposible sin sembrar en la opinión pública la sospecha de que lo que se busca es una restauración autoritaria, la restitución del centralismo que precisamente la democracia desmontó.
EnunamesaquecoordinéelsábadopasadoenlaFildeGuadalajarasobreeltema delfederalismo,conlapresenciadeCuauhtémoc Cárdenas, José Ramón Cossío, Beatriz Paredes, Jorge Castañeda y los gobernadores Javier Corral y Enrique Alfaro, apareció con claridad, en todas las voces, la reflexión sobre la necesidad de un nuevo trato federal, un rediseño negociado para que el federalismo dejedeserelanimaldisléxicoquees.
Lo que baja del nuevo gobierno federal, sin embargo, no es la oferta de un nuevo pacto sino un jalón unilateral de riendas: un despliegue administrativo, financiero y militar sobre los territorios estatales, que se parece a, o al menos admite la metáfora de, una ocupación.
No sería una novedad. Sería más o menos lo que hubo durante la hegemonía del PRI