Sí, aquí en CdMx, crimen organizado
Cuántas veces el ex jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, y sus varios subordinados en la procuraduría local y en la policía capitalina negaron que en Ciudad de México hubiera crimen organizado? ¿Y cuántas veces lo negaron todos sus antecesores (incluidos los regentes) y sus múltiples funcionarios, desde los años 90 para acá?
¿Cuántas veces se rehusaron a admitir que los más importantes cárteles del narcotráfico, como ahora el más violento del país, el Jalisco Nueva Generación, operaban aquí? Incontables veces. Nunca entendí esa actitud. Me decían que era una estrategia mediática para no asustar ni ahuyentar inversores, como si decidieran dónde poner su dinero de acuerdo con la oferta y la demanda de drogas.
Débil argumento. Los empresarios se van cuando los extorsionan y secuestran impunemente (o las víctimas de esos delitos son sus colaboradores), o cuando sus empleados son constantemente asaltados y sus mercancías hurtadas frecuentemente.
No se marchan porque una bola de lumpen-sicarios, comandados por torpes y sanguinarios jefes de plaza, se peleen a muerte las esquinas y barrios donde colocan sus drogas.
En la vida personal la negación no ayuda a resolver problemas ni a enfrentar desafíos. Si un drogadicto o un alcohólico no reconoce su enfermedad, no hay manera de que superen su adicción.
Si una persona iracunda y soberbia no acepta que tiene conflictos de temperamento, no habrá manera de que se gobierne. Imagine un gobernante en negación: es un peligro, lo único que provocará es que el problema crezca y se desborde, tal como sucedió en Ciudad de México. Además, su soberbia e irascibilidad solo causará que reclame a quienes exhiben el asunto, como es el caso de la prensa.
Un codicioso no es alguien que tenga una legítima ambición (ambicionar algo es bueno, ayuda a superarse y ser mejores),sinounapersonaqueharáloqueseacontaldetenerlo que quiera. Una gente sin escrúpulos, que tampoco acepta su enfermedad: la mitomanía. Un codicioso cautivará, seducirá y engañará a todo mundo sin el menor pudor. Garantizará la obtención del manto sagrado a quienes lo encumbren, les venderá el hilo negro, con tal de acaparar el espacio de poder que deseaba. Arrasará con todo lo que tenga enfrente, si con ello obtiene ese sitio que codiciaba. Y ya ahí… suele suceder quenosabequéhacer,salvodarelsiguientepasoparaencumbrarse más, a través de una nueva mentira, de más y más kilos de aunque no haya resuelto los problemas que debía solucionar en el puesto de mando que acaparó. Imagine un político de esa calañaycatadura.
Ciudad de México ya no soporta más gobernantes así de destructivos e ineficientes. Por eso se agradece que la semana pasada la nueva titular de la Procuraduría General de Justicia, Ernestina Godoy, haya aceptado que en nuestra capital sí hay crimen organizado. Si ese va a ser el tenor del gobierno de Claudia Sheinbaum, reconocer sin matices y eufemismos lo que está muy mal, tener aceptación de los problemas para encararlos sin simulaciones, entonces hay esperanza, como punto de partida.
Ojalá no cambien esa actitud y el problema de violencia e inseguridad sea enfrentado en todas sus vertientes. En todas…
Se agradece que se haya aceptado que en nuestra capital sí existe