Choque de dos potencias
México e Inglaterra son dos países de alta estirpe, privilegiados, con una gran cantidad de campeones absolutos. y Fielding escribirán un nuevo capítulo
México tiene un largo historial de rivalidades, pero las batallas sostenidas ante puertorriqueños y japoneses ocupan un lugar especial en el corazón de los fanáticos. Aztecas e ingleses, a pesar de tener dos de las escuelas más aguerridas y longevas, no han generado demasiados encuentros que permanezcan en la memoria y muevan masas.
Este sábado, Saúl Álvarez se medirá a Rocky Fielding, en lo que esperan ambos sea una pelea digna de un capitulo exclusivo en esta rivalidad que dejó victorias mexicanas como las de Rubén Olivares sobre Alan Rudkin (1969), Lupe Pintor ante Johnny Owen (1980, fallecido después de la pela), Julio César Chávez contra Andy Holligan (1993), Érik Morales frente a Wayne McCullough (1999) y Marco Antonio Barrera sobre Naseem Hamed (2001), entre otras.
“Somos dos escuelas de boxeo con un gran historial, lleno de héroes que dejaron todo sobre el ring y de eso se trata, de enfrentar a los mejores y dejar una huella. Los estilos de ambos se acoplarán y eso dará una gran pelea”, aseguró el tapatío de 28 años, quien aseguró que por ser un peleador de élite no tendrá problema para imponerse a la escuela inglesa y a las ventajas de tamaño y estatura de Fielding.
En la historia de los enfrentamientos pugilísticos entre ambos países por un título mundial, México lleva una ligera ventaja llevándose 25 victorias en 46 encuentros, y aunque el nacionalismo es una cuestión de orgullo, coincidieron en no enfocarse demasiado en el lado histórico para no agregar presión al duelo que definirá el futuro de sus carreras.
“Es impresionante la respuesta que he tenido desde que se cerró la pelea. Sin duda, capta la atención por lo que está en juego. Mi prioridad al 100 por ciento es mantenerme rivales con sangre latina ha encarado Rocky Fielding: el texano Brian Vera y el uruguayo Noé González, a uno lo superó en dos asaltos y al otro en cinco, ambos por la vía del nocaut técnico.