Madonna: gigante
Todos le debemos a Madonna más de lo que creemos. Mujeres, hombres, heterosexuales, homosexuales. Cada uno tendría que revisar la historiayhacersupropiareflexión. Yo hablo desde mi experiencia. Madonna me ayudó a descubrir y entender mi homosexualidad gracias a documentales como Truth or Dare, donde presentaba un beso entre dos hombres, cosa sumamente escandalosa en 1991 para unaestrelladesucalibre.Meadentró a otros mundos, como la escena underground en NY gracias a “Vogue”, y me presentó el talento demaestrosdelamodacomoJean Paul Gaultier.
Atravésdesumúsica,Madonna cambió mis preferencias auditivas con su disco Music, me revolucionó y me hizo encontrar y valorar a otras figuras con un arte poderoso, desde Kylie Minogue hasta Robyn. Madonna me hizo llorar de la emoción con el Confessions Tour y elevo mis exigencias como público a lo más alto. Cada uno de sus documentales me inspira a ser mejor, Madonna simplemente me hace un mejor ser humano.
Digo esto desde mi experiencia, porque imagino que millones de personas LGBT+ deben sentir algo similar y por eso GLAAD la reconocerá este año con el Change Award. En su discurso en Stonewall Inn para celebrar los 50 años del inicio de la lucha por los derechos LGBT, Madonna dijo: “Yo camino a la sombra de gigantes” y creo que fue modesta. Ella se ha ganado a pulso que caminemos a su sombra. Es una gigante.