Las mujeres “no son competencia”
Siri Hustvedt (Minnesota, 1955) frecuenta la ficción, la poesía y el ensayo. Sus intereses son de corte misceláneo, sería una limitante decir que solo le interesa hablar de literatura porque también le llama la atención reflexionar otras artes (gráfica, cine, fotografía, danza), sobre el papel de la mujer como creadora y la ciencia. Esta última vertiente en su vida se ha vuelto una constante, pues le parece fascinante todo lo que hasta hoy se ha estudiado acerca del cerebro y las conductas del ser humano; incluso ha llegado a dar talleres literarios a personas que tienen algún padecimiento psiquiátrico, como parte de sus investigaciones.
La primera vez que escuché hablar de Hustvedt fue por un comentario de Federico Cambpell, que este año cumple un lustro de haber fallecido. Cambpell compartía su entusiasmo por el trabajo de la ensayista y lamentaba que no se leyera más a esta autora.
Los ensayos de Hustvedt son un deleite para el conocimien- to. Lejos de un propósito académico o la necesidad de (re) citar fuentes, la autora conduce al lector por intrincados caminos de la ciencia que, gracias a la claridad de su prosa, se vuelven accesibles para los que no somos especialistas en la materia. No siempre los que escriben de ciencia tienen esta facultad: poder explicar de manera sencilla lo complejo, y hacer que cada quien tome lo esencial de esa aportación.
¿Qué es el feminismo para Hustvedt? En realidad ella deja muy claro que no existe un feminismo, sino varios, como lo hemos visto en la actualidad. Su
Escritora