Ser gay no se quita
Mañana estrena en México la cinta Corazón borrado, un largometraje que habla sobre los esfuerzos para corregir la orientación sexual e identidad de género (ECOSIG), mejor e incorrectamente conocidas como “Terapias de conversión”. Por supuesto, la cinta va dirigida a la comunidad LGBT+, a quienes piensen que sus preferencias sexuales y afectivas pueden ser modificadas debido a la presión de su entorno social o a las demandas de sus padres o familiares a jugar un papel que no les corresponde. Justo esa es la audiencia a la que debe llegar esta película, a los padres de hijos LGBT+ o no, a los padres en general.
Debe llegar a los padres de regiones conservadoras como Guadalajara, Monterrey, Puebla y otros tantos estados de la República donde la homofobia dentro del círculo familiar es un problema constante. Si usted es familiar o conoce a algún padre de familia con un hijo LGBT+ que no acepta su orientación y quiere tratar de ayudar, esta película es una buena idea para mandar un mensaje claro, ser gay (o lesbiana o bisexual o transgénero) no se quita, tan coloquial como eso.
Corazón borrado es una historia real, de un hombre que atravesó por la tortura de estas “terapias de conversión” y salió vivo para contar su historia y llevarla a todas partes. También cabe destacar que es Cinépolis la cadena que lleva esta cinta a todo el país, siguen fuertes como aliados.