“Pensemos a largo plazo, porque ayudar a nuestros gobernantes es ayudar a México”
Hay quienes piensan vivir el resto del sexenio criticando al gobierno, pero valdría la pena que lo repensaran, porque les resultará muy largo; el apoyo ciudadano es la génesis de la corresponsabilidad con los gobernantes
La magnitud de la victoria del presidente López Obrador y su cuarta transformación es bien conocida por todos. Fueron un poco más de 30 millones de votos la clara muestra de que mucha gente quería un país distinto del que tenía. Pero también, los resultados electorales arrojaron un dato que llama la atención, de los 89 millones de votantes inscritos en la lista nominal, aproximadamente 59 millones no votaron por el presidente López Obrador.
Muchos han criticado y otros defendido los primeros cinco meses de la cuarta transformación. Diferencias en la forma y en el fondo, cambios de paraAyudar
digma, buenos contra malos,
fifís contra chairos y viceversa, conferencias mañaneras, memorándums, aeropuertos, trenes, refinerías y un sinfín de decisiones algunas acertadas y otras polémicas.
Hay quienes piensan vivir los próximos cinco años y medio simplemente criticando al gobierno. Valdría la pena que lo repensaran porque de ser así, les resultarán meses y años muy largos. En la lógica del beneficio de la duda, de una curva de aprendizaje que tiene fecha pronta de caducidad, de las consecuencias de decisiones propias sin tener a quien culpar por ellas, todos estamos a obligados a ayudar al gobierno.
no es consentir, ayudar no es solapar, ayudar no es estar de acuerdo en todo, ni siquiera en parte. Ayudar no es aventar la piedra y esconder la mano, no es quejarse en las redes sociales y ahí dejarlo. Ayudar no es negar en privado lo que se dice en público.
Ayudar es criticar constructivamente, ayudar es involucrarse, ayudar es honrar nuestra máxima constitucional sobre la participación ciudadana. Ayudar es disentir, al tiempo de ser capaces de transitar. Ayudar es marcar la falta para evitar la normalización de los yerros.
Ayudar es indignarse por las malas decisiones y ser enfáticos en que no se repitan, es respetar al que piensa distinto y saber encontrar puntos de convergencia, ayudar es reconocer aciertos y aplaudir decisiones correctas.
Precisamente la ayuda de los ciudadanos es la génesis de la corresponsabilidad con nuestros gobernantes. A nadie nos conviene desenchufarnos de lo que pasa en nuestro país. Tarde o temprano seremos los mismos ciudadanos quienes iremos de nuevo a las urnas y tendremos frente a nosotros la oportunidad de darle continuidad a un proyecto o elegir otro. Ahí será donde ayudar al gobierno ahora cobrará su justa dimensión.
Pensemos a largo plazo, porque al final del camino ayudar a nuestros gobernantes es ayudar a México.
Pensemos a largo plazo, porque al final del camino ayudar a nuestros gobernantes es ayudar a México