En 5 años, cayó 50% la capacidad de refinación
Solamente en 2018, el procesamiento de crudo de la empresa disminuyó 20 por ciento en comparación con 2017, debido al deterioro de sus activos
El Sistema Nacional de Refinación (SNR) tuvo una caída en sus procesos de 50 por ciento de 2013 a 2018, al pasar de un máximo de un millón 224 mil barriles diarios a un mínimo de 612 mil barriles en dicho periodo, de acuerdo con el informe anual de Petróleos Mexicanos (Pemex) correspondiente al año pasado.
El documento señala que elSRN continuó en 2018 con una tendencia a la baja en el procesamiento de crudo, alcanzan do 612 mil barriles, volumen 20 por ciento menor que en 2017, derivado del deterioro de la confiabilidad de sus activos.
A raíz del anuncio donde se declaró desierta la licitación para la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, diversos especialistas como el ex director de Refinación de Pemex, Juan Bueno Torio, dijo que podrán reconfigurarse las refinerías para elevar su capacidad.
“Con la mitad del presupuesto destinado para la refinería, es decir ,4 mil millones de dólares, se podrán re configurar perfectamente las refinerías que integran el Sistema Nacional de Refinación y contar con mejores condiciones de gasolinas que las actuales”.
En 2018, Pemex importó un volumen promedio de 594 mil 800 barriles diarios de gasolinas, lo que significó un aumento de 65 por ciento respecto a 2013, cuando la internación de combustibles alcanzó 358 mil 700 toneles.
Las estadísticas de Pemex muestran que durante el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto aumentaron las importaciones de gasolina considerablemente, siendo 2018 el año de mayores compras de su sexenio.
El informe de la petrolera señala las limitaciones presupuestales que llevaron a fallas recurrentes en sus principales plantas de proceso, derivando en problemas de confiabilidad de sus plantas.
“El principal impacto se manifestó en la logística de estos hidrocarburos, ya que fue necesario un apoyo extraordinario para satisfacer los requerimientos del mercado mediante internación, transporte y distribución de productos importados”.
En la refinería de Tula, su planta primera operó de manera intermitente de enero a septiembre del año pasado, principalmente por el déficit de suministro de crudo ligero y fallas en equipos, así como altos inventarios de combustóleo.
En dicha refinería se realizaron trabajos de mantenimiento y en enero de 2019 la planta procesó 117 mil barriles diarios.
Respecto a la de Madero, estuvo fuera de operación en el segundo semestre del año, ya que durante el proceso de arranque y estabilización de sus plantas, de marzo a julio, se registraron problemas, entrando en operación a partir de enero de este año.
La de Minatitlán tuvo un incendio que afectó la operación y se rehabilitó la zona dañada para iniciar operaciones en enero.
“En contraste, la refinería de Salina Cruz tuvo un aumento en sus procesos de 28 mil 300 barriles diarios más que en 2017 a partir de que se estabilizara su operación después de los efectos de la tormenta tropical Calvin y los sismos del año anterior”.
Inversión en vilo
México vive incertidumbre por la inversión, porque los proyectos que implementa el gobierno federal no tienen los estudios costo-beneficio, y porque la construcción de la refinería de Dos Bocas, en la que se deja la responsabilidad a la Secretaría de Energía (Sener) y Pemex, puede agravar más la atracción de inversión, afirmó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado.
Preocupa las tareas de la Sener y la petrolera para la nueva refinería,“sobretodo cuando se prevé un entorno de recursos públicos limitados”, aseveró. Expuso que más allá de las dudas sobre la rentabilidad del proyecto, “es preocupante que se prescinda de un supervisor general experto en la materia que pueda coordinar adecuadamente los diversos trabajos de la construcción de la refinería”.
Reiteró la necesidad de facilitar la capacidad empresarial a través de un ambiente de negocios seguro, como un incentivo natural para los recursos privados.