Decisiones radicales, si no, más fracasos
Aestas alturas de su sufrimiento y vergüenza, no hay nada que consuele al aficionado del Cruz Azul que no sea la obtención de un campeonato. Me parecería de una mediocridad insoportable que nadie de este equipo se declare contento por haber sido eliminado “de forma digna”, ni ante el América, ni ante cualquier otro rival.
Lo único a lo que pueden recurrir directivos, entrenador y jugadores de este equipo es a la autocrítica. Los integrantes del Cruz Azul, específicamente quienes toman decisiones, deben saber qué es lo que les faltó para poder eliminar a su eterno rival y haber avanzado a la ronda de semifinales, cuando menos. Si se dedican a perder el tiempo instalándose en la autocomplacencia mandarán un pésimo mensaje. No se necesita ser experto, en una visión externa, para saber que al Cruz Azul le faltó gol o ser más contundentes, que es lo mismo.
Necesita pues, como refuerzos, futbolistas que tengan gol… También faltó desequilibrio y velocidad en la zona de ataque… Necesitan entonces jugadores con estas características. El problema del Cruz Azul no pasa por la defensa. Y si me apuran, tampoco por los volantes que otorgan salida y contención.
El gran asunto a resolver está muy bien ubicado. Supongo que el único delantero que se ganó su lugar, a base de goles (aunque muchos de ellos por penalti), es el argentino Milton Caraglio. Aun así, yo revisaría su rol y cuestionaría su permanencia. Pero el español Édgar Méndez, los uruguayos Martín Cauteruccio y Jonathan Rodríguez, así como el mexicano Martín Zúñiga deberían de ser reacomodados en otros equipos.
Suena muy radical, pero no veo otra forma de entrarle al asunto.
Pero bueno, ese es mi análisis. Quizá Ricardo Peláez y el propio Pedro Caixinha tengan uno distinto y esbocen otras soluciones.
Slo que las que imaginaron hace cosa de seis meses cuando el América les ganó la final del torneo anterior, no funcionaron.
Los integrantes del Cruz Azul deben saber qué les faltó para eliminar a su eterno rival