¿Qué hay detrás del éxito? (II y última)
Habrá quienes argumentarán que una de las razones del éxito obtenido por la delegación de atletas y entrenadores mexicanos en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, tiene que ver con el debilitamiento del deporte cubano.
Son muchos años de sufrimiento económico en la isla como para mantener el altísimo nivel de atención que se le dio al deporte en los mejores tiempos de la Revolución cubana. En algún momento esta problemática iba a hacer mella y esto ya llegó. No es pues ningún invento señalar este punto, algo de lo que los atletas mexicanos no tienen la menor culpa.
En sentido argumentativo contrario hay que decir también que países como Colombia, Argentina, la misma Venezuela( con problemas parecido sal os de Cuba en el terreno político y económico), han incrementado la calidad de sus programas deportivos.
Se puede decir también que en deportes como el raquetbol, y la pelota vasca (donde México obtuvo casi la cuarte parte de sus oros ), no hay demasiada competencia.Y dicho eso, luego hay que establecer una verdad inatacable: no hubo ningún duelo sencillo de ganar o no exento de riesgo.
Los nuestros destacaron también en ciclismo de montaña (dos oros), esquí acuático (1 oro), y fueron capaces de mantener dominio en campos tradicionales como el de los clavados, el taekwondo, el atletismo, tiro con arco, remo y canotaje… En donde sí sorprendieron fue en la gimnasia artística con dos oros (anillos y barras paralelas) y, sobre todo, en la gimnasia rítmica (con dos oros en all around por equipos yen conjunto 5 pelotas, además de una plata también en conjunto syunbr once individual ).
Todos sabemos que el nivel de unos Juegos Olímpico s es mucho más exigente que el de unos Juegos Panamericanos… Pero la competitividad registrada en Lima 2019 es lo suficientemente alta como para mantener el optimismo. En tiempos duros, de apretonesde cinturón económicos para destinar dinero a sectores sociales desfavorecidos históricamente, las cosas en el deporte funciona ron muy bien. Y esto es de celebrarse.
La competitividad registrada en Lima 2019 es muy alta como para mantener el optimismo