Cuando la autoridad moral no alcanza
Un conflicto es un proceso dinámico y complejo que se alimenta de emociones, por consiguiente es necesario estudiar la influencia de las variables emocionales que rodean las disputas, ya que los estados de ánimo influyen sobre la elección de las estrategias de gestión de conflictos. El presidente López Obrador decidió ser finalmente el árbitro que definió, días previos a su primer Informe, la ruta de salida de
la encarnizada lucha por el poder dentro de Morena.
Existen infinidad de estrategias y tácticas para hacer frente a conflictos pero los “ambiciosos vulgares” detonaron éstos al disputarle la hegemonía interna al grupo afín de Palacio Nacional exhibiendo el motivo de tan feroz lucha: tener un lugar en la mesa para la negociación de las candidaturas en 2021 y en el 2024 y si esto incluye conductas poco éticas y de simulada negociación al carajo la cuarta transformación.
El inquilino de Palacio Nacional ha logrado en poco tiempo provocar las emociones en la arena legislativa y dentro de su gabinete como una fuerza dinámica imprescindible que obstaculiza ya el cacareado cambio de régimen. Los estados de ánimo y la desmedida ambición dentro y fuera de las filas de Morena parecen estar más relacionados con la dimensión de interés propio que con la dimensión de interés por el proyecto y López Obrador falló
@GomezZalce
Septiembre exhibe el desgaste de la 4T; desorden institucional
en su diagnóstico del comportamiento de varios funcionarios, así como de actores legislativos evidenciando deficiencias en su inteligencia emocional, que ha sido burlada, no pocas veces, con otros datos.
Varias regiones del país pierden territorio diariamente a manos de la delincuencia organizada. Si la estrategia federal es no meterse con los cárteles y dejar que entre ellos se aniquilen, las masacres serán un panorama frecuente en esta transformación y las omisiones del Estado serán, en algún momento, llevadas a tribunales internacionales.
Septiembre exhibe el desgaste de la 4T; desorden institucional, pugna dentro del gabinete, lucha intestina dentro de Morena, espacios abiertos para venganzas y ajustes de cuentas, economía estancada, escalada de violencia que lleva al país a una ingobernabilidad latente.
En resumen, un nulo manejo de los conflictos.