Ve “moralmente derrotados” a adversarios; seguridad, el reto
Nuestros críticos, “nerviosos y fuera de quicio”, y el pueblo, “feliz, feliz, feliz”, dice; la oposición en el Congreso reclama la falta de resultados y reprueba los insultos
El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que sus adversarios, los conservadores que están contra la cuarta transformación, “están moralmente derrotados, nerviosos, fuera de quicio”.
En la presentación de su primer Informe dijo que no busca la desaparición de las protestas legítimas de los ciudadanos ni los reclamos de la oposición, la cual no ha “podido constituir un grupo o facción con la fuerza de los reaccionarios de otros tiempos”.
“Nada ni nadie podrá detener la aplicación del principio supremo de la soberanía del pueblo y el interés nacional se impondrá a los hombres ambiciosos seducidos por el falso brillo de lo material y lo mezquino.
“Afortunadamente, mientras los que se oponen al cambio viven aturdidos y desconcertados, la mayoría de los mexicanos apoya la transformación y están feliz, feliz, feliz”, expresó.
En una ceremonia austera en el Patio de Honor de Palacio Nacional, ante más de 400 invitados, el titular del Ejecutivo reconoció que “no son buenos” los resultados en cuanto a la disminución de la incidencia delictiva en el país.
Garantizó quesea tiende el problemade la seguridad y lo consideró su principal desafío .“Estoy seguro que vamos a lograr serenar al país, se va a pacificar México, eso es un compromiso”, confió.
El mandatario celebró los logros de la 4T y citó El príncipe, de Nicolás Maquiavelo, para explicar las razones por las que ha tenido éxito su gobierno. Entre éstas no descartó la suerte.
“Confieso que hemos contado con suerte. Maquiavelo decía que la política es virtud, fortuna y suerte. En este tiempo han so
Celebra ahorro por 145 mil mdp y 94% de avance en combate al huachicol
plado buenos vientos y estamos llevando a la práctica una transformación profunda con poca confrontación y sin violencia política”.
En la parte política de un discurso de hora y 35 minutos, en el que enumeró sus principales actividades de gobierno, López Obrador fustigó a la oposición, a la que vislumbró como dividida y debilitada, incapaz de crear una facción unificada bajo la bandera del conservadurismo.
“No han podido constituir, y esto lo celebramos y toco madera, que no se pueda crear un grupo o una facción con la fuerza de los reaccionarios de otros tiempos. Además, lo digo con respeto, no quiero que se entienda como un acto de prepotencia o una burla, es lo que estoy percibiendo, ¡están moralmente derrotados!”, recalcó.
Parafraseando al ex presidente Benito Juárez, el tabasqueño argumentó que “el triunfo de la reacción es moralmente imposible” e insistió en que los que siguen molestos por su triunfo “no han tenido oportunidad de establecer un paralelo entre la nueva realidad y el último periodo neoliberal, caracterizado por la prostitución y el oprobio, que se ha convertido en una de las épocas más vergonzosas en la historia de México”.
Como Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, aprovechó Palacio Nacional para rendir un informe personalizado, frente a amigos, sin necesidad de acudir al Palacio Legislativo de San Lázaro, aunque cambió del Patio Central al de Honor, de menores dimensiones.
En la construcción de la imagen del evento se dio cuenta de la visión del Presidente: en una mampara se bautizó como “Tercer Informe de Gobierno ante el Pueblo de México” y no “Primer Informe”, como dicta la Constitución.
“Es mucho lo alcanzado en pos de los ideales de honestidad, justicia, legalidad y democracia… con lo conseguido en apenas nueve meses bastaría para demostrar que no estamos viviendo un mero cambio de gobierno, sino un cambio de régimen, y que esto no ha sido ni será más de lo mismo; por el contrario, está en marcha una auténtica regeneración de la vida pública de México”.
Pese a las críticas que generó su declaración de hace unos días, sobre que desde que comenzó su gobierno los mexicanos están felices, aprovechó para reiterar su visión: el país vive en felicidad.
Admitió que “la economía ha crecido poco” y destacó que un elemento de la nueva política económica es “hacer a un lado, poco a poco, la obsesión tecnocrática de medirlo todo en función del simple crecimiento económico”, pues lo importante es la distribución justa de la riqueza.
Destacó el apoyo que ha tenido del sector empresarial, que “está cooperando con compromiso social, invierte, crea empleos, acepta utilidades razonables y paga sus contribuciones”.
El Presidente aprovechó para hacer un llamado al Poder Legislativo para que aprueben la eliminación del fuero y las consultas populares, ya que su administración busca la democracia participativa de todos los mexicanos.
También resaltó la lucha contra la corrupción y que muestra de ello es el avance de 94 por ciento en el combate al robo de combustible, lo que permitirá recuperar hasta 50 mil millones de pesos este año.
Afirmó que se está poniendo en práctica el mandato constitucional según el cual el Estado tiene la responsabilidad de encausar el desarrollo económico nacional. “Acabar con la corrupción y la impunidad es el plan para impulsar el desarrollo de México”.
Indicó que la esencia de su propuesta económica consiste en convertir la honestidad y la austeridad en una forma de vida y de gobierno y celebró los ahorros por 145 mil millones de pesos derivado de la política de austeridad aplicada.