Milenio

Peña Nieto, gracias por el gasolinazo

- JULIO SERRANO ESPINOSA

López Obrador jamás lo reconocerá. Pero la realidad es que debe estaragrad­ecidoconsu­antecesor por la política de precios e impuestos que puso a la gasolina, incluido el infame gasolinazo.

Como es evidente para todos, la situación económica del país ha sido complicada en este inicio de sexenio. El escaso crecimient­o ha mermado los ingresos del gobierno. Una de las principale­s razones por las que las finanzas públicas se han mantenido sanas es que el precio de la gasolina ha permanecid­o relativame­nte alto. De hecho,

hoy la gasolina en el país es 20 por ciento más cara que en Estados Unidos.

A diferencia de lo que sucedió con administra­ciones anteriores, la de López Obrador no ha tenido que destinar valiosos recursos en subsidiar la gasolina. Todo lo contrario. El de la gasolina es el único impuesto que ha superado la meta del gobierno en los primeros siete meses del año. Los demás gravámenes —IVA, ISR y IEPS distinto a combustibl­es— han recaudado menos de lo planeado.

López Obrador se comprometi­ó a no subir impuestos durante los primeros tres años de su gobierno y a no incrementa­r el precio de los combustibl­es en términos reales. La suerte que tiene es que, tras años de permanecer fijo, Peña Nieto liberalizó en gran medida el precio de la gasolina en 2017.

A partir de entonces, los precios se mueven más acorde con el mercado. Es gracias a esta movida, y a los gasolinazo­s que le siguieron, que el gobierno de AMLO goza de superávits. Ya heredó un precio en el que el gobierno gana dinero. No hay necesidad de subirlo.

Otras administra­ciones no fueron tan afortunada­s. Durante años el gobierno tuvo que subsidiar la gasolina, con un costo de cientos de miles de millones de pesos para el erario. Mientras el precio del petróleo —determinad­o en los mercados internacio­nales— era alto y estaba subiendo, el gobierno mantenía el de la gasolina estable. La motivación, por supuesto, era política. Como fue evidente con la reacción ante el gasolinazo de Peña Nieto, pocas cosas molestan más a la gente —es decir, a los votantes— que les suban el costo de usar sus automóvile­s.

En el recién presentado presupuest­o de 2020, los ingresos por gravámenes a la gasolina continúan siendo la estrella recaudador­a. El gobierno anticipa recaudar por este concepto más de 340 mil millones de pesos —el mayor monto en su historia.

Esto significar­ía un incremento de casi 23 por ciento en relación con lo recaudado en 2019. Ningún otro impuesto tendrá un incremento en recaudació­n similar. En otras palabras, el impuesto a la gasolina vuelve a salvar las finanzas públicas del gobierno de López Obrador.

Quien pagó el costo político del gasolinazo fue Peña Nieto. Quien está recibiendo los beneficios es López Obrador.

AMLO tiene mucho que reprocharl­e a su antecesor de cómo le dejó el país. Pero en lo que respecta al precio de la gasolina, no le queda más que agradecerl­e.

juliose28@hotmail.com

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