Backdoor y Hamlet
Hace mucho tiempo que no me reía tanto mirando la televisión como me reí la noche del lunes pasado con el estreno de Backdoor de Comedy Central. Pero espérese, no le he dicho lo mejor. Como esto se transmitió más o menos a las 20:30, me permitió por primera vez, en años, tener a toda la familia carcajeándose frente a la tele.
Le juro que me sentí como en la época de oro de Los Simpson, cuando aquello era una novedad y el inmenso Humberto Vélez se encargaba de interpretar a Homero y de dirigir toda la parte del doblaje al español mexicano. ¿Qué es Backdoor? El programa de sketches más perfecto para las necesidades editoriales y de producción de las audiencias de hoy.
Tomado de esa obra maestra brasileña de las redes sociales titulada Porta dos fondo, y luego de Yo u Tu be México,Back do ores una experiencia hilarante, comedia del mejor nivel protagonizada por algunos de los más grandes actores jóvenes del teatro y del stand up de nuestro país.
Desde la fabulosa Michelle Rodríguez hasta la extraordinaria Verónica Bravo pasando por el genial Jerry Velázquez, el chistosísimo Alfonso Borbolla, el sensacional Memo Vi llegas, el fantástico Daniel Tovar y la gloriosa Tato Alexander.
Además de la espléndida Karla Farfán, el increíble Daniel Hadd ad, el comiquísimo Fernando Memije, el espectacular Miguel Burra, la versátil Gyo Romo, la fabulosa Luz Aldány el ingenioso Daniel G ar cía.
Si usted, como yo, va al teatro, entenderá la magnitud detener todo este talento reunido ante situaciones que no tienen nada que ver con las del resto de la oferta humorística nacional.
Aquí uno se ríe mucho, aprecia a los actores, siente la calidad.
Tiene que verlo para creerlo. Solo ellos pueden hacer magníficos chistes sobre las relaciones de pareja, la santa misa, los operativos contra el narco, el tamaño del pene, lo que ocurre en los baños de mujeres y hasta de los accidentes aéreos, sin que nadie se ofenda, llevándonos a la médula del humor. Felicidades a todos los involucrados en esta joya. Felicidades a Comedy Central por esta iniciativa que fusiona ideas, elencos y
plataformas. Esto es lo que se tiene que hacer hoy, desde la perspectiva de la industria de la televisión de paga. ¡Esto! ¿A poco no?
Catástrofe
El sábado pasado fui a ver Hamlet al Teatro Julio Castillo y poco me faltó para ponerme gritar a media función de la desesperación. Estamos hablando del más grande clásico del teatro universal puesto en escena por la Compañía Nacional de Teatro y protagonizada por la gigantesca Julieta Egurrola en un montaje lleno de extraordinarias interpretaciones de género.
Y aquello no se oía. Yo no sé si tuve la mala suerte de ira una función donde no servían los micrófonos, si a los responsables de este montaje no les alcanzó para pagar sonido o si, de plano, se trata de un boicot. Pero me parece una vergüenza nacional que la máxima compañía teatral de este país trabaje en esas condiciones. ¿Me creería si le dijera que se oían más las notificaciones de los celulares del público y el rodar de varias botellas de vidrio, que las voces de los actores? No se vale. De veras. ¡Qué pena por Shakespeare !¡ Qué pena por ese reparto !¡ Qué pena por México!