Marcela Gómez Zalce “La 4T, obnubilada en la carrera de lograr el éxito, va sacrificando la dignidad verde olivo”
No se puede permanecer indiferente ante lo que está sucediendo alrededor de nuestras fuerzas armadas. La gravedad de los hechos que registran una espiral de violencia contra nuestros soldados por parte de criminales disfrazados de pueblo bueno y sabio inmiscuirán, tarde o temprano, a que nuestro Ejército reaccione para defenderse y defender a los suyos.
Incapacitados por temor a transgredir los dictados del alto mando y del Presidente, han renunciado a cualquier explicación reprimiendo todo grado de inteligencia y de fuerza tolerando acciones de violencia, humillación, vejación y desprecio.
Imágenes de estos hechos son símbolo de lo que nuestro Ejército significa para la 4T, que obnubilada en la carrera de lograr el éxito en su transformación va sacrificando la dignidad verde olivo. Todo ser humano tiene en su interior verdaderos resortes dispuestos a saltar, cargas energéticas muy explosivas, frustraciones, impulsos e infravaloraciones.
Núcleos de tensiones que involuntaria o inesperadamente pueden manifestarse y aglutinarse con otros ya existentes en una atmósfera de rabia y violencia causando un clima letal. Un delincuente esquizofrénico se torna mucho más peligroso cuando se sabe impune y protegido por la tolerante narrativa presidencial de tanto abrazo.
La 4T olvida la dignidad verde olivo por lograr el éxito en su cambio
Abrazos que, por cierto, no llegan a la esfera de la migración. En ese ámbito la atinadísima política de absoluto sometimiento ante Estados Unidos, la cancillería y Palacio Nacional transformaron a la Guardia Nacional en Guardia Migratoria. Nuestros soldados son el muro de contención, ahí donde el dedo flamígero de la alta comisionada para Derechos Humanos dela ONU ha señalado las políticas migratorias de México y de Donald Trump como peligrosas. Este gobierno no visualiza el delicado futuro que podría acompañar a nuestras fuerzas armadas, que podrían ser llevadas al patíbulo internacional por algunos excesos cometidos como disparadores de un conflicto interno latente y quizá hasta en defensa propia. ¿Quién las va a defender? Hegel sentenció que la violencia es la partera de la historia. Esto parece embonar con la ética de la 4T donde la desmoralización de la tropa agravada por los abrazos desencadenará inéditos resultados.