Y el neoliberalismo
Me dio gusto que el columnista de MILENIO, Gil Gamés, haya leído mi artículo sobre la película Joker. Lamento que no le haya gustado. Para Gamés “no todo va a dar al mar del neoliberalismo”. Rechaza que El Guasón sea “tal vez la más ilustradora y gráfica narrativa del mundo social del neoliberalismo”, como afirmo en el texto publicado en el periódico El Financiero.
Burlón, aunque no necesariamente guasón, Gil Gamés cita a Freud, destapa a Salinas como superhéroe y termina cantando “Pimpón es un muñeco”.
Pero la inconformidad de Gamés con la crítica cinematográfica es curiosa, se queda corta, corta de lectura o corta de alcances.
Lo digo porque no soy el único que mete al neoliberalismo en la reflexión de Joker.
Circula en las redes un análisis del documentalista Michael Moore sobre dicha película, en el que el autor afirma que “Joker no es una película de superhéroes, supervillanos ni de cómics. Está situada en un punto entre los años 70 y 80 en la ciudad de Gotham, y los cineastas no intentan disfrazar la ciudad por otra que lo que es: la ciudad de Nueva York, el cuartel central de todo lo malo, la de los ricos que nos gobiernan, de las corporaciones que servimos, y de los medios que nos alimentan con las noticias sin profundidad que ellos creen que tenemos que absorber”.
Pero tal vez Gamés no lo leyó (corto de lecturas) o lo leyó, pero no lo criticó (corto de alcances).
Con más claridad, Raymundo Riva Palacio dice que: “La película es una declaración política, véase por donde se vea, un manifiesto a favor de las víctimas de la opresión y el empobrecimiento de los 80, la época en la que se desarrolla la vida disfuncional de Ciudad Gótica, cuyo contexto en la vida real fue el neoliberalismo que arrancó a finales de los 70 en el Reino Unido y Estados Unidos, cuando miles de trabajadores se fueron despedidos a las calles, industrias completas desaparecieron y comenzó a cambiar la cara del mundo”.
Tal vez no lo leyó, tal vez no quiso criticar. Pero el propio Riva Palacio cita a Phil Semlyen: “Como la máscara de Guy Fawkes en V de Vendetta, el maquillaje de payaso de Arthur es adoptado como la cara de la protesta, y mientras se gradúa en la persona de El Guasón, se convierta en la figura simbólica de la multitud indignada”.
Somos muchos los que vemos neoliberalismo en la película Joker y en su protagonista, El Guasón, “el grito trágico de dolor de los hijos del neoliberalismo”.
Se le olvida a Gamés que todo producto cultural habla de la sociedad que lo crea. Así, el cine soviético retrata una visión de la vida en ese lugar y en ese momento, la publicidad de la época porfirista retrata una parte de la ideología en el México de ese entonces. Hasta la ciencia ficción o el cine de terror hablan de las inquietudes y los miedos de las personas en un tiempo y un lugar específicos. Nada escapa de retratar a la sociedad que lo crea.
Parafraseando a Slavoj Žižek diríamos que tragedia de nuestro dilema dentro de la ideología es que cuando creemos que escapamos de ella es el preciso momento en que nos encontramos dentro de su campo.
*SENADOR DE MORENA
Hasta la ciencia ficción habla de las inquietudes de la gente en un tiempo y un lugar específico