Daniela Romo. Aprendes a darle sentido a tu dolor
La cantante, quien padeció esta enfermedad, comparte cómo fue su experiencia y destaca la importancia de afrontar el mal con fortaleza
Gracias a que en 2012 Daniela Romo superó el cáncer de mama ha podido lograr muchos sueños, entre ellos protagonizar el musical ¡Hello Dolly! que recién concluyó temporada; de hecho comparte que hace poco cuando recibió el premio como Mejor Actriz, “una señora me dijo: ‘Tenías que vivir, para vivirlo’”.
La frase se le quedó tan grabada y la hizo reflexionar tanto, que ahora la cita cada vez que aborda su experiencia con el cáncer de mama, esa vivencia que inició justo el 30 de octubre de 2011.
“Fue una casualidad porque fue el último día de octubre cuando me estaban haciendo mis exámenes de rigor, se dieron cuenta de que tenía algo que no había sentido y me dijeron que tenía que buscar un oncólogo. Eso fue en los primeros días de noviembre, se atravesaron los días de muertos, o sea todo estaba muerto (risas) y el 4 de noró
viembre me quitaron un tumor y empezó ese tránsito de vida, que tengo a bien haber vivido y para poder seguir aquí”.
“No quería afectar a mamá”
Su mente retrocede a aquellos momentos cuando se sumergió en un mundo desconocido, en un camino de dolor que aceptó, valoe incluso al día de hoy agradece por la gran experiencia y enseñanza que le dejó, gracias a la fortaleza con que lo adoptó.
“Cada cáncer tiene su personalidad y cada uno de nosotros tenemos una personalidad, yo creo que ayuda mucho lo que ha sido tu entorno, tu contexto de vida y las personas con las que cuentas en tu vida”, dice la actriz al explicar cómo tomó la noticia de su padecimiento, pero sobre todo cómo la manejo y cuál fue el motor que la impulso a no decaer.
“De pronto te das cuenta que tienes una fuerza que jamás imaginaste; además, yo no quería hacerle esto (que sufriera por su padecimiento) a mi mamá, y necesitaba luchar hasta lo más posible, porque tenía que salir adelante”.
Además destaca que “la actitud, el tener una profesión en la que has vivido siempre inmersa en las emociones para poder desarrollarlas, entenderlas, compartirlas, ese hecho me permitió tener la disciplina y enfocarme como haces cualquier otro trabajo, cómo haces o construyes cual
quier cosa que quieres construir dentro de tu profesión, para tener fuerza y salir adelante”.
Padecimiento democrático
La cantante suspira, antes de hacer una analogía para explicar de dónde sacó fuerzas ante los críticos momentos que vivió, como cualquier persona que padece y que lleva un tratamiento contra el cáncer “porque ahí sí que todo es democracia, esa enfermedad no hace diferencias. A la hora de entrar a una quimioterapia o a una radioterapia no hay concesiones, todos somos iguales”.
Sin embargo, destaca que “algo muy poderoso es la mente, la actitud y la esencia de tu ser, que de repente lucha por vivir. Pienso en los sobrevivientes de Auschwitz que algo tuvieron que pensar, que había un significado en su sufrimiento y un significado en la vida, que fue lo que les ayudo a perseverar en un camino duro, doloroso, inmerecido, que no buscaron, pero les tocó vivir; así como en el mundo de la enfermedad uno piensa que es una injusticia, que es algo que no deberías tener.
“No es que seas una elegida, es que te toca y san se acabó; tienes que aprender a darle un sentido a tu enfermedad, un sentido a tu dolor, y adquieres otra conciencia”.
Con ese aprendizaje ha hecho camino paralelo con quien experimenta ese dolor; porque “dar la mano es lo que te queda. Como profesional he buscado la empatía a través de la música con las personas, pero la experiencia del cáncer me dio una empatía diferente, la empatía del dolor verdadero; entonces ha sido muy importante para mí devolver un poco toda esa solidaridad que me dieron. Estoy ahí para quien me quiere compartir sus miedos, sus interrogantes, que a lo mejor no puedo resolver, pero que de alguna manera las alienta porque saben que he andado ese camino”.