Congreso WAS: entre el placer y la educación sexual
Más de mil 500 expertos en sexualidad de todos los continentes, sexos y géneros nos reunimos en el World Trade Center para celebrar la sexualidad humana
Del pasado sábado al martes se llevó a cabo el congreso mundial organizado y promovido por la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS), principal organización global que se ocupa de la salud y los derechos sexuales, implicada también en fomentar cambios relacionados con estos temas en las políticas públicas.
Este año le tocó a la Ciudad de México ser sede del encuentro, uniéndolo con el 12 Congreso Nacional de Educación Sexual y Sexología del a Federación Mexicana de Educación Sexual y Sexo logía( FE MESS).Yot uve la fortuna de hacer voluntariado coordinando a la prensa y organizando un tremendo pachangón en el teatro bar El Vicio, donde fui testigo de un hecho único: ¡el mejor público es el de los y las educadores en sexualidad! Fue hermoso ver a tantas personas bailar sin pudor, cantar sin vergüenza, reír a carcajada limpia y disfrutar de una velada con Las Luz y Fuerza, el show de cabaret de PedroKó mi nik y el esperado karaoke diverso.
Ya les iré compartiendo en este espacio mucha de la información a la que tuve acceso en esos cuatro días en los que Osmar Matsui, Luis Perelman, Eusebio Rubio, Esther Corona y Rodrigo Moheno se volvieron mi luz de sabiduría y poder de organización.
El último día de actividades, Matsui, presidente del congreso y de la FEMESS, leyó la Declaración del Derecho al Placer tras plantear que éste, de acuerdo con el trabajo del Sexual Pleasure Project, “es la satisfacción y disfrute físico y/o psicológico derivado de experiencias eróticas, compartidas o solitarias, incluidos pensamientos, fantaclave sías, sueños, emociones o sentimientos”. Esta definición vincula la salud sexual y el bienestar con el placer, que puede ser experimentado de manera diferente por cada persona y debe ejercerse en un contexto de derechos sexuales, considerando la autodeterminación, la seguridad y la privacidad de cada quien. Asimismo, el placer debe estar presente a lo largo de la vida del ser humano, siempre relacionado con la edad, el género, la identidad sexual, los deseos, las capacidades, el estado de salud, el consenso y las experiencias traumáticas.
Los participantes del congreso reconocimos que “la libre determinación, el consentimiento, la seguridad, la privacidad, la confianza y la capacidad de comunicarse y negociar relaciones sexuales son factores para el placer de contribuir a la salud y el bienestar sexual. El placer sexual debe conseguirse en el contexto de los derechos sexuales, en particular los derechos a la igualdad y la no discriminación, la autonomía y la integridad corporal, el derecho al más alto nivel posible de salud y libertad de expresión. Las experiencias del placer sexual humano son diversas y los derechos sexuales aseguran que sea una experiencia positiva para todos, y no se obtiene al violar los derechos humanos y el bien de otras personas”.
¡Que viva el placer!