Buenos datos para EU; malos para México
El miércoles salió información relevante para las economías mexicana y de EU. Los resultados son distintos. En México se observó que la economía se ha contraído en el último año. El hecho de que la comparación del último trimestre contra el mismo del año anterior muestre una reducción de 0.4% es indicativo de que en los últimos 12 meses no hemos crecido. Si vemos solo el último trimestre de este año contra el inmediato anterior, el crecimiento fue de solo 0.1%, y si analizamos solo los primeros nueve meses de 2019 el crecimiento fue de 0.04%. Esperamos un último trimestre ligeramente mejor, con lo que el crecimiento anual llegará a 0.2 o 0.3%. Esto es un año perdido en materia de crecimiento. En el inicio de cualquier administración el crecimiento se contrae, pero no veíamos algo tan malo desde 2009, y entonces se vivió la crisis económica más grande de los últimos 80 años.
La economía está estancada y debería preocupar porque, aunque 2020 puede ser mejor, apenas crecerá 1.3%. La situación es grave pues México, con más de 120 millones de habitantes y 50% de ellos en algún grado de pobreza, no se puede dar el lujo de no crecer. Hayestabilidad,peroconestosnivelesdecrecimiento se siente frágil. La estabilidad no es suficiente, hay que crecerporquesinolohacemosunacrisiseconómicase alimentará con nuestro estancamiento. Hay muchas acciones para empezar a crecer y lograr un desarrollo sostenido. El gobierno las conoce, pero parece no estar dispuesto a ejercerlas por temas ideológicos que nada tienen que ver con el pragmatismo que requiere unapolíticaeconómicadecrecimiento. Antes de cualquier iniciativa para crecer, se debe garantizar la seguridad de los ciudadanos y recobrar la confianza que han perdido los inversionistas,loscualesvencon receloelnuevomodeloeconómico que se pretende seguir. Incertidumbre, falta de garantías en la seguridad y estado de derecho son las causas del estancamiento en el que estamos atrapados.
En contraste, EU se desarrolla bastante bien. Su economía creció 1.9% el último trimestre y en el año será 2.2%, que para una economía de ese tamaño es unamuybuenacifra.Aunquenoestánexentosdeproblemas,habráqueestarpendientesdeldesarrollodela disputa comercial con China. Si se logra algún tipo de acuerdo, la economía norteamericana sorteará bien 2020; pero, si se desata la guerra comercial el panoramaserádistinto.DeserasíganaríaEUporqueeselque más bienes compra (750 mil mdd contra 350 de los chinos a ellos), pero perdería volumen en su comercio internacional en deterioro del crecimiento. Además, una guerra comercial afectaría el comercio mundial, que se contraería y aunque tenderá a equilibrarse en el largo plazo, en el corto los efectos serían negativos.
La Fed actuará distinto si hay guerra comercial que si no la hay. En el escenario de guerra, bajaría las tasas incluso hasta cero para evitar una contracción severa de la economía; pero si resuelven favorablemente, es posible que retome su proceso de la tasa al alza para alcanzar la normalización iniciada desde 2015.
El último escenario tiene más probabilidades, pues ambospaísestienenalicientesparaponersedeacuerdoysabenqueentrarenunaverdaderaguerracomercial debilitaría a ambos.
El gobierno conoce las acciones para crecer, pero parece no querer ejercerlas