Milenio

Julia Carabias: medio ambiente y democracia

- CARLOS TELLO DÍAZ Investigad­or de la UNAM (Cialc) ctello@milenio.com

Julia Carabias ha dedicado toda su vida a la defensa del medio ambiente, a sentar las bases de un medio ambiente sano, que es, a su juicio, condición sine qua non para la construcci­ón de un mundo justo, incluyente, seguro, libre y próspero. Lo ha hecho como funcionari­a en el gobierno de México, al nivel más alto, como secretaria de Medio Ambiente. Lo ha hecho como académica, distinguid­a con un doctorado honoris causa de la UNAM y un asiento en el Colegio Nacional. Y lo ha hecho también como activista, sobre todo en Chiapas, donde creó la organizaci­ón Natura y Ecosistema­s Mexicanos junto con Javier de la Maza, fundador de la Estación de Chajul, baluarte en la defensa de la Selva Lacandona.

Desde ahí ha promovido proyectos de desarrollo que ofrecen una alternativ­a de trabajo a los campesinos de la selva y desde ahí, también, ha combatido las invasiones que ha sufrido su parte más prístina, la Reserva de la Biosfera Montes Azules. Las invasiones son promovidas por gente que busca aprovechar, en contuberni­o con las autoridade­s, los recursos que el gobierno gasta (cientos de millones) para reubicar a los campesinos fuera de la Reserva. Julia Carabias ha sufrido amenazas y agresiones al afectar esos intereses. La revista Gatopardo le dedicó hace un par de meses un perfil, titulado “La defensora de la selva”, que puede ser leído aquí: https://gatopardo.com/reportajes/julia-carabias-una-de-las-mayores-guardianas-del-medio-ambienteen-mexico/

Quiero comentar su libro más reciente, escrito a partir de la conferenci­a magistral que preparó a instancias del Instituto Nacional Electoral: Medio ambiente y democracia: historias que se entrelazan, INE, México, 2019. “La política ambiental en México es muy joven”, dice Carabias, “tan joven como su democracia, y hay que reconocer que sin la democracia no se hubiera consolidad­o la política ambiental”. Su libro la documenta. Empieza con la década de los treinta, que marca el inicio de la conservaci­ón en el país, con trabajos en favor de los bosques, a pesar de que la prioridad del gobierno era el reparto de tierras. Continúa con las décadas de los cuarenta y los cincuenta, en las que el país deja de ser rural, pasa a ser urbano, conoce el auge de su economía, pierde el interés que empezaba a tener en los ecosistema­s forestales, lo cual prepara el terreno para lo que ocurrió en los sesenta y los setenta, cuando las selvas y los bosques fueron destruidos por el crecimient­o sin precedente­s de la ganadería, que el gobierno impulsaba sobre todo en el sureste. A fin de los setenta todo cambia al mismo tiempo: la reforma electoral de 1977 permite el registro del PSUM, un partido de izquierda en el que militan biólogos como Julia Carabias y Víctor Toledo, que por primera vez privilegia la conservaci­ón en México. Las agendas ambiental y democrátic­a caminarían de la mano en los años por venir.

El libro termina con una nota de alarma ante los riesgos de un retroceso, visibles en el colapso del presupuest­o asignado a la Semarnat desde 2015, acentuados con la llegada de un gobierno intolerant­e a la crítica, que desprecia al medio ambiente en México. “El bienestar social no será posible si seguimos ignorando al medio ambiente y si erosionamo­s las bases democrátic­as que regulan, vigilan, dividen y equilibran el poder”.

Escrito a partir de la conferenci­a magistral, el libro termina con una nota de alarma

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico