¡Ay, Lozoya, Lozoyita, no te olvidaré
Decía el gran maestro Samuel Beckett mientras esperaba a Godot, que es como el INE (uno espera que llegue al rescate de la democracia, pero eso nunca sucede), una frase que sin duda podía haberse interpretado como una salida de emergencia en estos días en que la caca y los fecales han ganado todos los hashtags :“Cuando tienes la mierda hasta el cuello, lo único que queda es ponerte a cantar ”.
Y justo cuando estábamos a punto de entonar una bonita melodía entre reguetóny bolero ranchero, surge lo inesperado( bueno, era esperado, pero es inesperado que haya ocurrido tan pronto y sin esperar lo realmente ): apañan en España aL ozoya-Lozoyita, el gran comprador de ilusiones( y de grandes tele oferto n es de chatarra para Pemex) en circunstancias francamente penosas. Digo, no es que estuviera mal darse vida de auténtico fifí de rancio abolengo en Málaga, donde me lo agarraron a la malagueña, lo que está mal es que Emilito no haya podido esconderse en un lugar menos obvio. O sea, adónde buscarías aun fugitivo de altísimo cachete, pues en un lugar para gente muy fufurufa a donde nunca dejarían entrar a esos fififakes que tanto desprestigian al gremio. Así que dadas las circunstancias lo ideal para Lozoyi ta era agazaparse, aunque fuera ene lE cate pec de París, si lo que quería era algo deg la mur.
Barrio es destino, más si vives en un caserón del que todavía no acaban de salir los emepés después del último operativo; ni modo que traicionara a su clase.
En vez de quedarse como se decía con la mafia rusa que lo protegía en San Petersburgo cual si fuera un villano de James Bond región 4, es muy probable que Lozoya-Lozoyita estuviera ya muy cansado de andar a salto de mata como el resto de la Loca academia de Javidús. Claro, se espera que don Emily, ya en Chirona, embarre a sus compañeros de sector y de sexenio hasta demostrar, como dijo su abogado, copelas o Coello Trejo, que el verdadero icono de la corrupción en México es mi lic Peña. Sería bonito, la verdad.
Lo malo que estas cosas no contribuyen en nada a la bonita y ejemplar campaña que ha emprendido Alito Moreno #EchaleLaCulpaAlPRI para defender al PRI de quienes dudan de su honorabilidad. Peor aún cuando el líder del Revolucionario Institucional parece que dejó que Omar Fayad le dejara las cejas como chaka de la Ruta 18. Ya no tardan en decir que lo de Lozoya-Lozoyita es una cortina de humo, pues muchas cortinas de estas.
Es muy probable que Emily estuviera ya muy cansado de andar a salto de mata