Todo es culpa del chipilín
Puedo estar equivocado pero tengo la impresión de que nuestros empresarios padecen una extraña y lánguida nostalgia por el pasado prianista, algo que no es del todo reprochable si tomamos en cuenta que no se la pasaban tan mal desde los tiempos de la muy echeverrista economía mixta. Digo, accedían a pingües negocios, multimillonarias exenciones fiscales, fobaproas, ipabes, rescates carreteros y un espléndido espectáculo de prebendas y reconocimiento por el simple hecho de existir. Sin olvidar las maravillosas y fastuosas cenas en Los Pinos, donde el gran solitario de Palacio (René Avilés dixit) jugaba con ellos como lo hace un experimentado encantador de serpientes, donde además se regalaba a los comensales con exóticos platillos de la cocina interplanetaria y no con simplones tamales de chipilín con champurrado incluido.
Al rato les van a convidar arroz con huevo estrellado, molito de olla o pollito con papas. No se vale.
Digo, como si no fuera suficiente con tener que participar en la coperacha de cachitos de lotería para solventar un avión que debería de ser usado para andar en el livin la vida loca estilo Robero Deschamps, todavía tienen que soportar que el sablazo sea en pesos mexicanos. O sea, we, cuando Salinas les pasaba báscula a la Coparmex y al CCE era en respetables cifras en dólares no en tristes varos, y para cosas realmente importantes como las campañas electorales del partido tricolor, cosas que, dicen las malas lenguas, replicó Lozoya-Lozoyita
Hasta el marido de Margarita Zavala felicitó a Amlove por el apañón del ex director de Pemex
(alias Jonathan Solís —mejor se hubiera puesto el Brayan—, protegido por un bonche de guaruras puestos a su servicio, presumiblemente, por otra mafia en el poder, en este caso de origen ruso para que lavara su dinero a mano) en su modus operandi cuando recaudaba fondos internacionales para reforzar las aspiraciones electorales de mi licenciado Peña.
Ni modo de dejárselo todo a su guapura y a las telenovelas de La Gaviota.
Entre todas estas cosas, lo más alucinante de los últimos días es que hasta al marido de Margarita Zavala felicitó a Am lo ve por el apañóndelexd ir ector de Pe m ex en una casita de interés social en Málaga. Sintió peligros en el callejón. Es eso o el ex presichente Calderón se sacó de onda por lo que dijo Paty Navidad de los ARCONTES, que describen perfectamente a México Libre: “Parásitos extraterrestres del mal que controlan el mundo”.
Si los de chipilín se van a poner de moda, que al menos les agreguen caviar.