El neoliberalismo no existe, son los papás
Apañaron a Giovana y Mario Alberto, presuntos culpables del crimen atroz contra la niña Fátima en circunstancias más tremendas que el tremendismo mismo. Afortunadamente la autoridadapañó a estos villanos nada favoritos de México, antes que los pelotones de vigilantes que los andaba rastreando dieran con ellos, pues si se los hubieran topado los iban a linchar al estilo tradicional con antorchas, picos y palos como en Los Simpson.
Cabe decir que en estas cosas si ha resultado extraño que de pronto veamos en ciertos medios imágenes de los rostros de estos seres bajos de mirada torva, con un rectángulo negro tapándoles los ojos. Algo que solo podría ser comparado con lo de Lozoya Lozoyita al que también le ponen su anti faz del joven maravilla, como si no lo conociéramos.
Eso sí, muchos quisieran que a estos personajes por lo menos les gritaran “¡ Chacal es !”, como hacía el viejo NegroDur azo al que le gustaba armar ciertos montajes en 24 horas con Jacobo Zabludovsky que palidecen si los comparamos con los grandes espectáculos de García Luna Productions.
Otros esperan que estos canallas no le vayan a echar la culpa de sus actos de todo al neo liberalismo que, como bien sabemos, no existe, son los papás. De hecho, siguiendo la lógica n ad ah u ar a ch u da del viejos ali nis ta Pedro Aspe, el ne o liberalismo es un mito casi tan genial como la pobreza.
Sí, tratar de echarle la culpa al neoliberalismo a la mexicana que, como debe de ser y con un muy porfiriano espíritu ha beneficiado al agente de bien, de abolengo, y todos esos bon vivants que sí saben cómo hacerla, es un des propósito y una infamia. Sobretodo porque el ne o liberalismo o capitalismo salvaje, por su nombre más ordinario, no tiene la culpa del o que pasa aquí. A lo mejor es un poco voraz, pero no tanto como se puede constatar con otro fenómeno que también es un invento de gente histérica de la talla de la señorita Thunberg: el calentamiento global, que ya ven que casi ni está afectan do al planeta, pues es absolutamentenormal que en la Antártida haya más calor que en Caleta-Cale tilla. El ne o liberalismo tampoco tiene la culpa de que un meteorito haya caído en México. Como podemos colegir, la culpa de eso la ti en eA M LO, que es tan maloquea pesar de haber prometido que no iría sobre mi licencia do Peña, ahora nos revela elWall Street Jo urnalqu eme lo está investigando. Pero debe ser por envidia de su guapura, no por corrupto.
Según la lógica de Pedro Aspe, esa teoría es un mito casi tan genial como la pobreza