Superagente 86 y el PAN
En el PAN lo están haciendo muy bien. Primero se colaron en la marcha feminista teniendo a uno de sus santones y líderes morales, el obispo emérito de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez, gracias a cuyas groseras declaraciones contra las mujeres se vació la feligresía católica. Segundo, en su bien documentada avidez de notoriedad, a través de sus senadores que son una lumbrera, alegan con ansiedad, angustia y desesperación que encontraron equipos de espionaje en sus instalaciones. No se vale.
(AlomejorSandovalÍñiguezhizotalesdeclaracionesantifeministasparadesviarlaatencióndelasinvestigacionesque está armando el Vaticano sobre los obispos que solaparon y apapacharon a la secta satánica del Padrote Maciel) Esto es muy creíble porque debido a su notable inteligencia política, en la cuarta transformeichon deben tener mucha preocupación por sus planes secretos para dominar el mundo. Sin embargo, los equipos supuestamente empleados para tal supuesto propósito parecen sacados de un capítulo de Maxwell Smart, el Superagente86.Cualquieradiríaqueesosmicrófonos datan desde los tiempos de Charly Salinas, cuando se estaban armando las muy prianistas concertacesiones. Ya me imagino, las grabaciones seguro fueron hechas en cassete Memormex y para poderlas escuchar tienes que subirte al De Lorean de Marty McFly, regresar a los 80.
Esto, contra lo que dicen los profesionales del sospechosismo, no es un montaje como los de García Luna Productions, por supuesto, como tampoco es un montaje del presidente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos, que a nombre de cierto grupo de empresarios exige que el gobierno neocomunista —populista de Amlove— dé un golpe de timón de “360 grados” para que el país salga arriba y adelante, como bien retuiteó ese genio llamado Claudio X. González. Claro, dar una vuelta de 360 grados para regresar al mismo lugar como ejercicio nostálgico de los bellos buenos tiempos de mi licenciado Peña, que sí sabía consentir a la iniciativa privada, acostumbrada a la lógica del “Dame el remedio, el hilito y deténmelo aquí tantito”, con su nieve de limón incluida. Es normal que se tenga nostalgia por este capitalismo salvaje sobreprotector y querendón, donde te condonaban impuestos y todo era reír y cantar.
¿Esos artilugios prehistóricos para el espionaje no los habráolvidadola“PinchiSota”,borolistapornaturaleza,como decía la Vázquez Mota?
Es normal tener nostalgia por este capitalismo salvaje sobreprotector y querendón