Streaming, único nexo de Francisco con fieles durante Semana Santa
El papa encabezará un Viacrucis inédito, con 67 curas muertos y 60 monjas contagiadas; cuarto caso en el Vaticano
El papa Francisco se prepara a celebrar una Semana Santa inédita en la historia por la pandemia de coronavirus, sin procesiones de fieles y marcada por la muerte en Italia de al menos 67 curas por el Covid-19.
Uno de los momentos más importantes de la tradición católica, que conmemora la muerte de Jesús en la cruz, se llevará a cabo sin la presencia de los fieles, sin el tradicional lavado de pies y sin el conmovedor Viacrucis precedido por el pontífice, según anunció este miércoles el Vaticano.
Se trata de una decisión sin precedentes en la historia reciente de la Iglesia y fue tomada “debido a la actual emergencia sanitaria”.
El papa Francisco presidirá a puerta cerrada en abril el Domingo de Ramos, el Jueves y Viernes Santo con el Viacrucis en el Coliseo Romano, la Vigilia Pascual, y el domingo de Resurrección con la tradicional bendición “Urbi et Orbi”, a la ciudad y al mundo.
Con un decreto divulgado este miércoles, la Congregación para el Culto Divino prohibió las misas con fieles durante la Semana Santa en los países afectados por la pandemia.
Funcionario, aislado
Un funcionario de la Secretaría de Estado del Vaticano y residente en la casa del papa está hospitalizado tras dar positivo en coronavirus, informó este miércoles el periódico italiano Il Messaggero.
Este trabajador reside permanentemente en Santa Marta, donde también vive el argentino Jorge Bergoglio, y se encuentra hospitalizado y aislado como medida de precaución para evitar que el Covid-19 se extienda, si bien su salud no corre peligro, según la misma fuente.
Se trata del cuarto caso que se detecta de la nueva cepa del coronavirus en el Vaticano.
El papa está retransmitiendo, por primera vez en la historia, las misas de las 7 de la mañana justo desde Casa Santa Marta.
Según el diario Avvenire, de la Conferencia Episcopal italiana, 67 curas han muerto hasta ayer por el coronavirus, la mayoría ancianos que residía en el norte de Italia, la zona más golpeada.
Solo en Bérgamo, la ciudad mártir por el elevado número de muertes, 22 religiosos fallecieron en las últimas dos semanas, entre ellos un arzobispo, un párroco de 59 años y el capellán de la cárcel, de 67 años.
En nombre del papa, el cardenal Konrad Krajewski visitó esta semana a dos institutos religiosos en Roma, donde 60 monjas se encuentran en cuarentena por resultar contagiadas, entre ellas una en estado grave.