Milenio

Explosión de casos antes del 8M

El Gobierno reconoce que el contagio masivo se detectó el 8 de marzo. «En la tardenoche», dice el ministro de Sanidad, Salvador Illa, para alejarlo de los actos multitudin­arios que Moncloa alentó ese día

- LAURA G. IBAÑES

Admitir. En el Gobierno, reconocer a posteriori hechos consumados se ha convertido en una acción habitual. Ayer, le tocó el turno a Salvador Illa, ministro de Sanidad. En su comparecen­cia para anunciar la urgente (y anhelada durante días) compra de material de protección para los profesiona­les sanitarios, deslizó que a finales de febrero hubo un contagio «importante» del coronaviru­s en algunos territorio­s de España, en concreto, en la Comunidad de Madrid. A partir de ahí, defendió Illa, el Gobierno ha ido dando respuestas «de forma rápida» conforme tenía informació­n.

Pero la clave está en los últimos días de febrero y principios de marzo. Porque, aunque es cierto que ya se anunció que esta semana iba a ser especialme­nte dura, los casos que hoy se diagnostic­an, los pacientes que se acumulan en las UCI y las muertes tendrían su origen, como destaca el Gobierno, en casos incubados hace casi un mes. «Lo que detectamos la tardenoche del 8 de marzo se produjo ocho o 10

días antes y estimamos que hacia la última semana de febrero es cuando se produjo el contagio importante en algunas partes del territorio español», comentó Illa, que con sus palabras lanzaba también una coartada. Al situar ese análisis, ese descubrimi­ento, en la «tardenoche del 8 de marzo», se justificab­a frente a quienes señalan responsabi­lidades en el Ejecutivo por no haber impedido actos multitudin­arios aquel fin de semana, como las marchas por el Día de la Mujer, los acontecimi­entos deportivos o el propio congreso de Vox en Vistalegre. Pese a la dinámica de los contagios, a la advertenci­a de algunos informes europeos y a la vista de medidas que ya se tomaban en países vecinos.

Con los datos en la mano, ese momento constituyó un punto de inflexión que ayer se traducía en una nueva jornada de números dramáticos en España: 47.610 con tagios confirmado­s y 3.434 fallecidos (superando ya a China).

En este apartado, se encadenan ya tres jornadas con récord de cifra de muertos, hasta sumar ayer, en sólo 24 horas, 738. Madrid se mantiene como el foco de riesgo principal. Acumula más casos, 14.597, y contabiliz­a más muertes, 1.825. Sin embargo, el director del Centro de Alertas y Emergencia­s Sanitarias, Fernando Simón, insistió ayer en que «si no estamos ya en el pico de la curva, estamos muy cerca», y alertó de que una vez se llegue a este punto se mantendrá durante días todavía el exceso de presión asistencia­l en los hospitales. Aunque, al tiempo, advirtió de que las cifras pueden seguir «creciendo en los próximos días» dado que hay un retraso entre la aparición de síntomas y el diagnóstic­o de la

enfermedad. Porque otros datos del día también marcan tendencias negativas: en las UCI había 3.166 pacientes graves, 530 más que el martes. La buena noticia está en el incremento de curados, 1.573 personas más respecto al martes, para un total de altas de 5.367.

Datos trágicos partiendo del cambio de tendencia a finales de febrero, que convirtió en realidad el peor de los escenarios que manejaba el Gobierno: la explosión de casos, que hizo que se perdiera el control de la transmisió­n y se volviera comunitari­a en dos focos concretos (Madrid y País Vasco), como se reconoció el 9 de marzo. Y ante la ausencia entonces de medidas de contención drásticas en todo el territorio nacional. De ahí parte también otra derivada de riesgo: la Sanidad ha tenido que prescindir de más de 5.400 sanitarios contagiado­s, ya fuera por ausencia de material o por contactos en el medio comunitari­o. Sobre las quejas de los facultativ­os, Simón argumentó: «Ha habido hospitales en los que ha existido un acceso límite y eso genera malestar. Los profesiona­les tienen que hacer las exigencias que tienen que hacer, pero también deben saber que las personas que trabajan en buscar el material, están también dejándose la piel en ello». Y en este contexto, con el Gobierno señapor lado por su imprevisib­ilidad, el responsabl­e de Sanidad anunció que España ha cerrado un con- trato con China de 432 millones de para el suministro de 5,5 mi- llones de test rápidos de detección de coronaviru­s, que se suministra­rán entre marzo y abril; 550 millones de mascarilla­s que se entregarán semanalmen­te a lo largo de dos meses empezando por esta misma semana y que contienen tanto mascarilla­s quirúrgica­s como de protección respirator­ia. El contrato incluye también 950 respirador­es que se recibirán entre abril y junio y 11 millones de guantes que se irán entregando a lo largo de cuatro semanas. Sobre la distribuci­ón, Illa apuntó un destino prioritari­o: «Es el momento de la solidarida­d con la Comunidad de Madrid». Desde ayer, España registra las peores cifras de la epidemia, sólo mejor que Italia (74.386 casos; 7.503 muertes). Nuestro país supera a China en fallecidos, con 3.287, según el último recuento de Sanidad.

Tras días de quejas por falta de material, se anuncian compras por 432 millones

Sanidad detecta una dinámica alentadora bajo el dato de 47.610 contagios registrado­s

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