No ayuda a lo antiguo”
El protagonista de El precio de la historia habla de la emisión y cómo vive durante la pandemia
El número 713 de Las Vegas Boulevard alberga la enigmática Gold And Silver Pawn Shop,unnegociofamiliar de tres generaciones que llegó a la tv en 2009 con Richard Harrison y que sigue adhiriendo fanáticos bajo el mando de su hijo Rick; elsitiosevolviópopulargraciasala cantidad de objetos históricos que guarda y los muchos más que lo recorren a diario.
“Esperaba una o dos temporadas y luego volver a los negocios, nunca pensé que llegaría a 150 países y 38 idiomas, que dos meses serían11años.Aunquecambiaunpoco cada temporada, se mantiene el núcleo: enseñarle a la gente sobre la historia y hacerlos reír. Me encanta, porque me gusta enseñar a la gente sobre historia”, dice en entrevista telefónica.
Rickdisfrutaloquehace,primero,porqueesun“negociorealmente divertido” y cada día es diferente, “hay toneladas de personas que quieren comprar o vender cosas superinteresantes y raras”, y segundo, porque además de aprender y hacer locuras puede pasar tiempo con la familia.
“Creoqueelsecretodeléxitodel show es que se da un espectáculo familiar, sin drama loco ni nada de eso. Como digo todo el tiempo, la mejor parte de mi negocio es trabajar con mi familia y la peor parte de mi negocio es trabajar con mi familia (risas). Realmente me gusta trabajar con ellos, para ver cómo lohacentodoslosdías;99porcientodelasvecesesgenial”,menciona.
En confinamiento
Por el momento no están grabando, pero la más reciente temporada se trasmite por History todos los martes; la pandemia por covid-19 ha detenido la emisión y también el negocio, al grado de parar actividades de algunos empleados y permanecer en espera, pues –en su opinión– las antigüe
dades no se evalúan ni aprecian en lo virtual.
“Es realmente muy difícil, porque tenemos casi 3 mil personas por día, vienen interesados y turistas. Con suerte, pronto todo esto habrá terminado para volver al trabajo. Ahorita estamos lidiando con el momento, es solo una espera para que termine esta locura. No veo este negocio en línea, cuando miras antigüedades y cosas así, tienes que ir a recogerlas, hay tantas cosas que tienes que hacer en persona, simplemente no puedes hacerlo a través de internet”, indica.
Espera ansioso que todo vuelva a la normalidad, porque no sé ve en otro lugar; a inicios de los 80 ayudó a su padre a abrir la primera versión de la hoy famosa tienda, que también ofrece tours.