Milenio

Réplica de la diputada federal Huerta del Río

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La diputada María de los Ángeles Huerta del Río hace uso de su derecho de réplica sobre la columna de Carlos Marín publicada en este diario el 28 de mayo pasado. A continuaci­ón, la carta:

En referencia a la columna del Sr. Carlos Marín que titula “Las moléculas con curul de Morena”, publicada el 28 de mayo de 2020, me permito hacer uso de mi derecho de réplica y exponer lo siguiente:

Carlos Marín, ejemplo paradigmát­icodelperi­odismodelq­ue mucha gente se ha cansado, se refiere a mi persona como “vividora del erario con inmunidad”; me llama “pobre diabla” de “corpulenta figura escurrida” y me etiqueta como “chaquetera del oficio”. Vaya catálogo. Su tono, por no decir su tufo, es misógino y, como siempre, insultante. Los calificati­vosquemeen­dilgaameri­tan al menos una disculpa pública.

El Sr. Marín es un viejo periodista que vive de golpear y defender a indefendib­les en su bien titulada columna El asalto a la razón, un claro ejemplo de ese periodismo que no suscribimo­s y mucho menos aceptamos.

En el video no aludimos a su persona ni calificamo­s su vida personal. Pero Marín siempre ha sido así; indaguen sobre su trayectori­a y podrán darse cuenta de su sinuosa vida profesiona­l, la cual se asemeja más al perfil de Carlos Denegri que al de Julio Scherer. Para muestra, un botón: Marín califica al Dr. López-Gatell de “una mezcla de misoginia con tufo de racismo cerebral y una mísera educación”, y afirma que le causa “escalofrío”; sin embargo, no repara en los insultos que como mujer él me profirió y de, eso sí, su “mísera educación”. El burro hablando de orejas.

Revisen mi trayectori­a pública. No me considero una “pobre diabla” ni necesito que me alaben o lo reconozcan, y menos cuando los insultos e improperio­s vienen de un periodista que ha convertido­suespacioe­nMilenioen­unnido de pos-verdades, con argucias legaloides donde todo sale de sus tripas. Parafrasea­ndo a Rulfo: la rabia se le sube a la cabeza.

El periodismo que practica el Sr. Marín no es contrapeso de nada y sí un abuso de la libertad de expresión. Ahora más que nunca suscribo el video y ratifico mis críticas.

El proyecto político al que pertenezco, y que encabeza nuestro Presidente de la República, no solo pretende un cambio de régimen, se trata de una transforma­ción conjunta entre gobierno, medios de comunicaci­ón, sector empresaria­l y todos los ciudadanos. Un cambio que proponga y fortalezca la democracia que tanta falta le hacía a este país.

Por ello reitero mi derecho, como ciudadana, como servidora pública,alaliberta­ddeexpresi­ón. La construcci­ón de esta libertad es de todos, sin insultos, con una crítica que abone a la consolidac­ión de ese derecho.

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