AMLO y Trump tendiendo puentes
En los próximos días, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador estará visitando a su homólogo estadunidense, Donald Trump junto con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau con motivo de la entrada en vigor del T-MEC el pasado primero de julio.
Sobre la propuesta electorera del presidente Donald Trump en su primera campaña de construir un muro fronterizo entre México y Estados Unidos, el nuevo T-MEC es en realidad un puente enorme para el encuentro entre los tres países y muy particularmente entre México y Estados Unidos.
Al respecto, cabe resaltar una importantísima coincidencia entre el presidente mexicano y el estadunidense; ambos presidentes están clara y abiertamente en contra del neoliberalismo, ambos son soberanistas, producto de una reacción al neoliberalismo y de los problemas ocasionados por dicho sistema. Esto significa para ambos países una mayor y necesaria intervención del Estado para regular las deficiencias del mercado como la desigualdad, la exportación de empleos y la degradación de la naturaleza.
Una coincidencia más es que el presidente Donald Trump tiene una génesis netamente empresarial y, por lo tanto, no es parte del establishment político estadunidense y por su parte el presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque político de profesión, siempre estuvo en contra de la clase política mexicana que dominó y gobernó México durante los últimos 35 años. Esta particular circunstancia permite a ambos mandatarios tomar decisiones en favor de los ciudadanos estadunidenses y mexicanos respectivamente sin ningún intermediario, pues son producto de una elección verdaderamente directa y no corporativa. Es en este sentido muy clara la expresión del presidente mexicano “Con el pueblo todo, sin el pueblo nada”.
Así las cosas, la reunión, en particular la del mandatario mexicano con el estadunidense, se antoja muy prometedora y avizora grandes ventajas para los ciudadanos de ambos países. Podemos aventurarnos a decir que se trata de superar muros con puentes como lo propone Andrew Selle en su libro Vanishing Frontiers. Entre ambos países no solo hay tráfico de bienes y servicios, sino también y más importante existe una coproducción de muchos bienes y servicios que nos hace interdependientes y que logran una propuesta muy competitiva frente a Europa y aun frente a Asia, sin contar con la atracción cultural entre ambos países, en donde México puede desplegar todo su soft power. Así también la propuesta del presidente mexicano de evitar la migración hacia Estados Unidos mediante la cooperación para el desarrollo regional coincide también con los deseos del presidente estadunidense de evitar dicha migración, solo que esta vez paradójicamente el objetivo común puede lograrse tendiendo fuertes y luminosos puentes sobre débiles y vergonzosos muros.
La reunión entre los mandatarios avizora grandes ventajas para los ciudadanos de ambos países