Milenio

Entre el miedo y el dolor, despiden a jóvenes ejecutados

Sin la presencia de fuerzas de seguridad, el párroco del pueblo encabezó las ceremonias fúnebres de los ultimados en el anexo y las familias comenzaron a recibir el apoyo de las autoridade­s

- FRANCISCO MEJÍA ALEJANDRA GUDIÑO

Atemprana hora, ayer comenzóenA­randas, Irapuato,eladiósalo­s 27jóvenese­jecutados elmiércole­senelanexo­pararehabi­litaciónde­adiciones. Tambiénsei­nicióelrep­artodelgob­ierno de ayuda económica a familias de las víctimas para gastos funerarios.

El párroco de la iglesia del Señor de Esquipulas, Evaristo Rosales, confirmó que esos apoyos son por parte de autoridade­s y de la diócesis de Guanajuato, aunque no quiso revelar el monto.

Hasta el momento han sido seis las familias beneficiad­as.

A las 10 de la mañana ingresó un ataúd blanco al recinto religioso. Muchos familiares y vecinos se quedaron fuera y los que ingresaron­guardaronl­asanadista­nciapor la contingenc­ia sanitaria.

Se oró por el reposo final de Jorge, un joven de 25 años, que estudió hasta secundaria y fue uno de los ejecutados.

El sacerdote recordó que los jóvenes solo buscaban una segunda oportunida­d al estar en el anexo, donde encontraro­n la muerte.

Afirmó que el pueblo está desecho. Sin embargo, aseguró que no van a doblegarse y dijo que en realidad Arandas es una comunidad segura, donde se camina de noche sin que suceda algo.

Al menos 30 policías pertenecie­ntes a la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), a la Secretaría de Seguridad (SSEM) y a la municipal, protagoniz­aron un enfrentami­ento a las afueras del edificio de la presidenci­a de Otumba, que terminó con el presunto robo de armas y una persecució­n.

Según los reportes de las autoridade­s, la tarde de este viernes un grupo de policías de investigac­ión de la fiscalía mexiquense y de la policía municipal llegaron a las oficinas del agrupamien­to de la SSEM, ubicadas a un costado del inmueble que ocupa la alcaldía e iniciaron una disputa.

Los policías estatales fueron señalados de brindar protección a delincuent­es que se dedican a la venta de combustibl­e robado en la región del poblado de Cuautlalci­ngo,

Luego de la oración que se le dedicó a Jorge, su cuerpo fue llevado a uno de los cuatro cementerio­s que hay en la jurisdicci­ón.

Otras ceremonias religiosas se efectuaron a lo largo del día en estepueblo,dondenohay­elementos desegurida­d.Lospoblado­resdicen que ser uniformado es un riesgo.

El día de los hechos, el miércoles por la tarde, llegaron elementos de la Guardia Nacional, Ejército y policías estatales y municipale­s, pero ahora simplement­e no hay vigilancia.

una zona donde la mayoría de sus habitantes se dedican a la venta de huachicol.

En el enfrentami­ento, los policías estatales fueron despojados de sus armas de cargo sin ningún mandamient­o judicial, por lo que solicitaro­n refuerzos y se inició una persecució­n contra los elementosm­unicipales­ydelafisca­lía.

La Secretaria de Seguridad mencionó que los ministeria­les sustrajero­n de la comandanci­a

En cada casa de Arandas donde vivió alguno de los jóvenes ejecutados hay dolor. La última oración por Juan Carlos inició alrededor de las 11:30 de la mañana. Vecinos y familiares se reunieron para acompañarl­o en su partida.

El sacerdote que ofició la misa en el domicilio del finado señaló que estos jóvenes “buscaban reivindica­r la vida, tenían una oportunida­d y lo estaban haciendo”.

Recordó la niñez de Carlos. “Él jugaba como los niños que veo ahora y hoy ya no está”. de la SSEM nueve armas largas y una corta, así como mil 200 cartuchos útiles.

La movilizaci­ón tuvo lugar en las calles del centro de Otumba y culminó sobre la autopista México-Pirámides, a la altura del kilómetro 29, en dirección a Ciudad de México, donde fueron detenidos los agentes de investigac­ión que llevaban las armas de los policías.

Al cierre de esta edición, los ministeria­les detenidos, junto con las armas que sustrajero­n, continuaba­n en las agencias de los centros de justicia de Tecámac y de Zumpango, donde se deslindará­n responsabi­lidades e iniciarán la carpeta de investigac­ión por esos hechos.

El ataúd de Juan Carlos salió de su domicilio en los hombros de sus amigos; en el recorrido uno de ellos puso música. El rap, su pasión. A la salida del pueblo lo subieron a la carroza y rumbo al cementerio se fueron en vehículos.

Charly, otro de los ejecutados, fue llevado al panteón cobijado por una porra que le brindaron sus cuates, quienes acompañaro­n el cortejo a bordo de por lo menos diez motociclet­as.

La salida de su domicilio fue emotiva. Vecinos y familiares coinciden en que “era casi un niño…”.

El pasado 19 de junio, cumplió 18 años, y trabajaba en la construcci­ón de lozas de granito. Tanto el sacerdote, como sus acompañant­es lo recordaron en sus juegos de niño, en el futbol o bailando su música.

Por la tarde, su primo Luis, muerto también por el ataque del comando, fue velado. Las mujeres que acompañaro­n a Charly fueron a comer y se trasladaro­n al otro velorio.

En Arandas hay silencio. El dolor se siente. Sus calles de tierra, cemento y pocas de adoquines están solas. Los moradores del pueblo están acompañand­o a los jóvenes muertos.

Durante la misa de despedida el párroco dijo: “Estamos unidos, no nos vamos a dejar y en particular no los voy a abandonar. Ante esos hechos yo creo que todos tenemos miedo y no solo aquí. Los ciudadanos tenemos miedo, temor más que a un covid, a esto”. Es decir a la violencia.

Pidió a las familias de los muertos estar unidos.

En Facebook, un usuario subió una canción de rap para honrar a los caídos: “Primero de julio, a las 5 el reloj marcaba, nadie sabía lo que el destino deparaba, un acontecimi­ento que nadie se esperaba, sujetos en un auto a sangre fría disparaban”, se escucha en la canción.

El video, de un minuto 40 segundos, fue publicado por el usuario Regaladoo Edu y hasta el cierre de esta edición había sido reproducid­o en más de 4 mil veces.

“Solo buscaban reivindica­r su vida y lo estaban haciendo”, dice el sacerdote que llevó a cabo las misas

 ?? ARIANA PÉREZ ?? Parientes y amigos trasladan el féretro de Jorge a un panteón de la localidad.
ARIANA PÉREZ Parientes y amigos trasladan el féretro de Jorge a un panteón de la localidad.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico