Mandatos

D ice José María Aznar que «un buen líder humanista sabe que es prescindible». Se lo recetó esta semana a políticos con aspiraciones en un curso sobre liderazgo. El ex presidente fue más allá: «El mal líder es capaz de cualquier contorsión con tal de seguir en el pedestal». En sus memorias Aznar cuenta que la decisión más difícil que tomó en su vida fue cumplir la palabra dada de que solo estaría en Moncloa, como mucho, ocho años. Cuando le llegó el momento de acatar su compromiso y designar un sucesor, el PP aventajaba en las encuestas al PSOE de Zapatero en 13 puntos. Además, afirma que se encontraba en la plenitud de su vida política y que le asaltaron dudas de que seguir adelante con su promesa fuera más un problema para España que una solución. Vamos, que no lo reconocerá, pero estaba arrepentido. Cierto es que le presionaron para seguir, pero acabó señalando con su poderoso dedo a Rajoy frente a Mayor Oreja y Rodrigo Rato (a éste último, hoy reo, no lo descartó porque lo viera venir).

Aznar era de la teoría de que cuando uno lleva un tiempo en el poder se acaba convirtiendo más en un mecanismo de resistencia que en un factor de innovación. El debate no era nuevo. Ya cuando se redactó la Constitución se barajó un artículo que pretendía que la misma persona no estuviera más de ocho años al frente del país o de una autonomía. Se rechazó. También pinchó hace tres años el intento de Ciudadanos de limitar por ley el mandato de los presidentes de Gobierno. Fue Estados Unidos el que primero rectificó su Constitución para incluir esta enmienda cuando Roosevelt ya había sido elegido por cuarta vez. Francia lo hizo hace solo una década.

Se dice que los mandatos largos, especialmente en países poco acostumbrados a las urnas, derivan en dictaduras. Tras 20 años en el poder, Vladimir Putin se ha armado de los argumentos legales para estar 15 más si hace falta porque, y lo dice él, Rusia no está para perder el tiempo en la búsqueda de sucesores. Ha decidido cortar por lo sano y le ha pedido a sus conciudadanos que ratifiquen que su constitución no tiene que decirle a él cuándo debe dejar el Kremlin. Dudas hay sobre la limpieza del referéndum que ha avalado su propuesta con más del 75% de los votos pero, ¿cómo no las va ha haber en un país sospechoso de estar detrás de la manipulación de las campañas electorales de otras democracias?

«Sabed cuándo toca retirarse» fue el último consejo de Aznar en su charla a los líderes del futuro. El zar Putin cree que su país le necesita más tiempo. Me he prometido no mencionar en esta columna a Pedro Sánchez.

Tras 20 años en el poder, el zar Putin cree que su país le necesita más

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