Comunidad, Confianza, Cooperación, Contribución
China trabajó para transformar una nación pobre y atrasada en la ahora segunda economía mundial, sacando a 700 millones de personas de la pobreza; por ello, tiene seguridad en culminar la construcción de una sociedad modestamente acomodada
Con motivo del 71 aniversario de la fundación de la República Popular China que se conmemora este 1 de octubre, quisiera expresar, por conducto de MILENIO, mi más sincero agradecimiento a personalidades de diversos sectores de México por su atención prestada tanto al desarrollo de China, como al fomento de la amistad China-México.
En los 71 años de fundación, el pueblo chino, bajo el liderazgo del Partido Comunista de China, ha trabajado arduamente para transformar un país pobre y atrasado a un país que ahora es la segunda economía del mundo. China ha logrado sacar a más de 700 millones de personas de la pobreza, contribuyendo con más de 70 por ciento a la causa global del alivio de la pobreza. El desarrollo de China no solo ha cambiado profundamente su propia fisonomía y la vida de su pueblo, sino también ha generado importantes contribuciones a la paz mundial y al desarrollo humano.
Tras el brote de la pandemia de covid-19, China, además de concentrarse en su propia lucha antipandémica, también colaboró a la lucha global contra el coronavirus con una actitud abierta, transparente y responsable. China ofreció 50 millones de dólares a la OMS, envió 34 equipos médicos a 32 países, aportó asistencia a más de 150 naciones y organizaciones internacionales, organizó videoconferencias de expertos sanitarios para unos 180 países, y suministró y exportó insumos médicos a más de 200 naciones y regiones. Además, ofrecerá otros 50 millones de dólares al Plan Mundial de Respuesta Humanitaria al covid-19 de la ONU.
Recientemente, el presidente chino Xi Jinping, en su asistencia virtual a las reuniones de alto nivel para conmemorar el 75 aniversario de la ONU, expuso las iniciativas y propuestas chinas en respuesta a la actual situación internacional y otras cuestiones relevantes. Manifestó que China continuará el desarrollo pacífico, abierto, cooperativo y compartido y seguirá siendo un constructor de la paz mundial, un contribuidor al desarrollo global y el defensor del orden internacional.
Mirando hacia el futuro, prefiero usar cuatro “C” para resumir la relación entre China y el mundo.
Comunidad: China espera construir con otros países una comunidad de futuro compartido de la humanidad. El covid-19 nos enseña que vivimos en una aldea global interconectada e interdependiente, y todos los países están estrechamente entrelazados. Frente a los retos comunes, ningún país o nación podría quedarse con los brazos cruzados ante las desgracias ajenas y salvarse solo. China se concientizará de la interdependencia entre los países, repudiará las disputas ideológicas y respetará el camino de desarrollo escogido soberanamente por cada país para construir un mundo caracterizado por la paz duradera, seguridad universal, prosperidad de todos, apertura e inclusión, así como limpieza y hermosura.
Confianza: China espera inyectar más confianza a la prosperidad y el desarrollo mundial. En medio de la lucha antipandémica, China retomó paralelamente las actividades productivas y logró recuperar la estabilidad del desempeño económico, convirtiéndose en la primera economía principal que obtuvo un crecimiento positivo. China irá formando un nuevo paradigma de desarrollo en el que la circulación doméstica será el pilar, y ésta junto con la internacional se reforzarán mutuamente, profundizará la reforma y ampliará la apertura, a fin de ofrecer más oportunidades de desarrollo al mundo y traer dinamismo al crecimiento sostenible de la economía global.
Cooperación: China espera profundizar su cooperación mutuamente beneficiosa con el mundo. China siempre se compromete y promueve la cooperación internacional, y una muestra es la Franja y la Ruta, iniciativa presentada por el presidente Xi Jinping en 2013 que ahora es la mayor plataforma de cooperación del mundo. En ese marco, China firmó documentos de cooperación con 138 naciones, donde la inversión directa sumó 110 mil millones de dólares y se generaron 320 mil empleos. Apegada con el principio de consultas, cooperación y beneficios para todos, China promoverá la construcción conjunta de alta calidad de la Franja y la Ruta, e intensificará la coordinación política con otros países para expandir la cooperación beneficiosa, en aras de impulsar la globalización económica hacia el rumbo de apertura, inclusión, beneficios de alcance general, equilibrio y ganar-ganar. Contribución: China espera hacer mayores contribuciones al bienestar humano. Frente a la continua propagación del covid-19 en el mundo, China seguirá compartiendo sus experiencias y técnicas, ofreciendo el apoyo y la ayuda a los países necesitados y sus vacunas se convertirán en bienes públicos una vez que estén disponibles, y serán utilizadas prioritariamente por los países en desarrollo. China tiene la confianza en culminar la construcción integral de una sociedad modestamente acomodada y cumplir con los objetivos de reducción de la pobreza fijados en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU con 10 años de antelación, con ello eliminará por primera vez en su historia la pobreza extrema. Mientras tanto, profundizará la cooperación internacional en las áreas de la agricultura, educación, mujeres y niños y cambio climático, y promete lograr la neutralidad de carbono antes de 2060 para construir un planeta hermoso. China y México son buenos amigos y socios, y se han apoyado mutuamente en medio de la pandemia. El covid-19 no detuvo los pasos de avance de las relaciones bilaterales, en cambio las dio un mayor impulso. China está dispuesta a trabajar con México para implementar los consensos alcanzados por los dos líderes, fortalecer la sinergia de estrategias, explorar las ventajas complementarias, expandir y profundizar el intercambio y la cooperación en diversos campos, con el objetivo de promover la Asociación Estratégica Integral China-México a un nivel más alto que beneficiará mejor a ambos países y pueblos.
El virus nos enseña que vivimos en una aldea global interconectada; todos los países están entrelazados