Milenio

Revuelta feminista dentro de la 4T y la indiferenc­ia de AMLO

López Obrador se mantiene confiado en su capacidad para subordinar y someter las reivindica­ciones honestas de muchas mujeres que lo han apoyado, aun si al hacerlo así les exige una inaceptabl­e complicida­d con un violentado­r

- @ricardomra­phael RICARDO RAPHAEL

Sila4T es derrotada no habrá ocurrido por los ataques que enfrenta desde la oposición sino por las contradicc­iones cada vez más grandes que sufre en su interior. Morena no es un monolito, sino un volcán que en cuyos adentros bulle magma con gana frecuente de hacer erupción.

El liderazgo del presidente Andrés Manuel López Obrador suele ser efectivo para apartar la mirada de esos desencuent­ros y pugnas. Hay sin embargo algunos temas que de plano no consiguen maquillaje suficiente para ocultar las quebradura­s. Asuntos que dividen sin reconcilia­ción al movimiento, al partido, al gabinete presidenci­al y, por tanto, a la autodenomi­nada Cuarta Transforma­ción.

El pleito del año pasado por la dirección de Morena, estelariza­do por los liderazgos de Porfirio Muñoz Ledo y Mario Delgado, evidenció, por ejemplo, los ánimos dominantes en esa casa donde sus militantes estuvieron dispuestos a arrojarse diversas armas de destrucció­n masiva.

También la conducción sanitaria y económica de la pandemia de coronaviru­s apartó a personalid­ades destacadas de la coalición gobernante y más recienteme­nte, la precandida­tura de Félix Salgado Macedonio a gobernador de Guerrero por Morena echó a andar un nuevo cisma.

Se trata de un sujeto cuya amistad con el Presidente y cuya militancia en su causa política poseen data larga. De ahí que al mandatario le tengan sin cuidado los señalamien­tos de violencia sexual que pesan sobre este sujeto y también la convocator­ia que ha hecho un grupo numero so de mujeres, dentro y fuera de Morena, para descarrila­r las intencione­s electoral es de este político.

Este hecho demuestra que Morena,además de ser un vehículo que sirvió para llevar al poder a López Obrador, es también una fuerza con sinergia propia ala horade convocar voluntades y anhelos que trasciende­n el liderazgo de su fundador.

Respecto a este caso concreto, es notorio que el Movimiento Regeneraci­ón Nacional cuenta con una robusta corriente feminista dispuesta a enfrentar el dictado patriarcal.

Estas mujeres conectan política y emocionalm­ente con el feminismo de cuarta ola, cuya bandera más destacada es la erradicaci­ón de la violencia machista, en cualquiera de sus expresione­s.

Todo indica que calculó muy mal el presidente López Obrador al suponer que podría subordinar esta precisa causa. No parecen falsas las denuncias que cinco mujeres distintas han interpuest­o en contra de Félix Salgado Macedonio. Al revés, exhiben un patrón reiterado de abuso de poder y violencia sexual que no resulta fácil de desestimar.

Los defensores del sujeto aludido argumentan que, como cualquier otra persona, merece beneficiar­se del principio de presunción de inocencia.

No de be ríatratár se le como sentenciad­o—dicen—cuando los delitos por los que se le acusa se encuentran en proceso, obienpr escribiero­n sin que la justicia hubiese resuelto en su contra.

Vale refutar que la principal razón por la cual no han prosperado las investigac­iones en su contra estriba en que Salgado Macedonio ha gozado de fuero político in interrumpi­dodesde hace muchos años.

En efecto, los cargos públicos que ha ocupado, sea como presidente municipal o como legislador, durante un periodo ex tenso, le ayudaron a eludirla acción del ajusticia.

De hecho, es en este preciso momento que podría ser enjuiciado ya que la licencia dispensada por el Senado, solicitada para contender como precandida­to a gobernador, abrió una breve ventana para que las presuntas víctimas procedan formalment­e en contra suya.

Esta ventana se cerrará ciertament­e cuando se formalice la candidatur­a a la que Salgado Macedonio aspira, ya que, por la vía de los hechos, no habrá autoridad en Guerrero, ni a nivel federal, que se atreva a proceder una vez que haya comenzado el proceso electoral y menor oportunida­d tendrá la justiciasi Salgado se alza con el triunfo en los próximos comicios.

Son muchas las mujeres dentro de la 4T que no están dispuestas a guardar silencio respecto a la convicción que tienen a propósito del perfil de depredador sexual de Salgado Macedonio. Muy vocal ha sido, por ejemplo, la activista Estefanía Veloz, quien convocó a un acto de renuncia masiva de militantes de Morena en caso de que la candidatur­a referida se formalice.

En esta misma hebra se encuentra la declaració­n de la senadora Citlalli Hernández, secretaria general de Morena, quien con valentía suscribió el rechazo contra la candidatur­a de Salgado Macedonio aludiendo a la congruenci­a que debería privar entre la ética y la acción política dentro de su partido.

El jueves 18 de febrero, el tono de estas mujeres elevó volumen cuando la secretaria de Gobernació­n, Olga Sánchez Cordero, pronunció un discurso sin ambigüedad­es respecto a la impertinen­cia de dicha candidatur­a: “El respeto irrestrict­o del derecho de las mujeres a vivir sin violencia —afirmó— es condición necesaria para un representa­nte popular.”

Añadió también que “es responsabi­lidad de cada partido demostrar que sus candidatos están a la altura de las circunstan­cias y proceder de acuerdo con las leyes.” Y, aludiendo explícitam­ente a las mujeres de Morena que se han alzado con el reclamo, aplaudió “la conciencia social que no tolera la violencia”.

Con todo, la sensibilid­ad presidenci­al ha sido poca frente a tamaña efervescen­cia.

Con descendien­te mente, mandó de paseo a sus correligio­narias acusándola­s sin remilgo de ser instrument­o manipulado por intereses conservado­res y“fifís”muj eres-vehículode mentes tan perversas como en el pasado fueron las de Antonio Lópezd eS anta An na o Ad ol fo Hitler.

El Presidente está yendo demasiado lejos en su defensa ciega y exagerada a favor de su amigo “Félix”. Con ello polemiza entre su propia tribu y abre un cráter ancho por el que supura mucha lava.

Lo dicho, de seguir así la 4T no será derrotada por sus adversario­s, sino por las fracturas dentro del movimiento. Sin embargo, López Obrador aún se mantiene confiado en su capacidad para subordinar y someter las reivindica­ciones honestas de muchas mujeres que hasta ahora lo han apoyado, aun si al hacerlo así les exige una inaceptabl­e complicida­d con este violentado­r de mujeres.

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JOSÉ LUIS DE LA CRUZ/EFE Sánchez Cordero aplaudió “la conciencia social que no tolera la violencia”.
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