¿Somos más lentos?
“Hay magia en el sufrimiento. Pregúntale a cualquier corredor” Dean Karnazes
Eliud Kipchoge, nacido en Kenia, es el corredor de larga distancia más rápido de la historia. Dos muestras sobre su extraordinario desempeño: en el 2018 se apropió del récord del mundo del maratón al cruzar la meta del legendario Maratón de Berlín en 2 horas 1 minuto y 39 segundos, lo que significa una velocidad de 20.8 kilómetros por hora a lo largo de toda la ruta; en el 2019, en Viena, en un circuito controlado, logró romper las dos horas en la misma distancia, parando el cronómetro en 1 hora, 59 minutos y 40 segundos, convirtiéndose en el único hombre sobre la tierra en haber roto esa barrera que parecía imposible.
Sin embargo, aunque nos encontramos frente a gigantes del asfalto como lo es Eliud, los maratonistas en general, con el paso de los años, nos hemos vuelto más lentos, te explico. En 1986, el tiempo promedio de finalización de un maratón era de 3 horas,
52 minutos y 35 segundos; es decir, se corría a una velocidad promedio de 10.9 kilómetros por hora. Para el año 2018, el tiempo promedio fue de 4 horas, 32 minutos y 49 segundos, con un promedio de velocidad de 9.3 kilómetros por hora. La diferencia resulta enorme, aproximadamente 40 minutos. Estas estadísticas solamente toman en cuenta a los corredores amateurs, los que hacemos este deporte por recreación, Eliud y compañía no están siendo considerados en ella.
Aunque pareciera que existe una explosión de corredores, zapatos, eventos, tecnología y accesorios, el crecimiento de este deporte no es tan cierto; ya habrá tiempo de platicar acerca de esto. Volviendo a la velocidad, lo que esto quiere decir es que mientras existen algunos cuantos que están haciendo historia como Kipchoge y compañía, el grueso de los corredores hemos disminuido nuestro rendimiento.
Sin dudarlo, el Covid 19 marcará también una diferencia en los resultados y el desempeño de los corredores promedio. Nos encontramos todavía lejos de volver a entrenar y competir como antes. Si queremos darle vuelta a los números, es momento de abrocharnos las agujetas y apretar el paso.
Abastecimiento: Te recomiendo que tomes unos minutos para conocer la inspiradora historia del ciclista ecuatoriano Richard Carapaz. Un ejemplo de perseverancia y disciplina, disponible en YouTube.
Todavía estamos lejos de volver a entrenar y competir como antes; hay que apretar el paso