Susana Moscatel
“En breve, teléfonos quejándose de tener dueños piratas”
¿Se acuerdan de esos anuncios que nos recetaban en los cines en los que una niña se avergonzaba de ver a su padre comprando películas piratas? Siempre me pareció un lugar extraño para esa campaña, siendo que todos los que es- tábamos ahí habíamos pagado un boleto; el mensaje era bueno y necesario y se volvió, antes de las redes sociales, a su propia manera viral. No sé qué tanto ayudó a combatir el tema, pero de que el mensaje estuvo en el discurso compartido de nuestro país, lo estuvo.
Ahora los “papás pidata” no tienen que comprar sus VHS o dvd en los puestos ambulantes. Considerando que la gran mayoría de las cintas que el próximo lunes serán nominadas para el Oscar están en las plataformas de streaming (menos
Nomadland, demonios) la pines, ratería más sencilla es simplemente compartir tu contraseña con quien sea. Y hasta ahora, ni Netflix ni ninguna de las demás compañías tech, distribuidoras de estas producciole habían dado demasiada importancia.
Ya comenzaron las pruebas piloto en diferentes territorios para verificar que quien esté viendo contenidos de Netflix realmente sean los dueños de la cuenta o al menos cohabitantes. Así es como empezó a aparecer un mensaje en la pantallas que se verifique en los teléfonos registrados (o por algún otro medio) la identidad de quien esté haciendo streaming. Y sí, están cortando la señal para quien no lo logre, no enseguida, pero sí a la mitad de lo que se está viendo. Aún no es general, pero con el nivel de competencia en el streaming estos días, estoy segura de que solo será cuestión de tiempo antes de que nuestros aparatos inteligentes nos empiecen a gritar como esa niña “no quiero tener un dueño pidata”.