Tres augurios de Serge
El horizonte para México indica la normalización de la violencia comunitaria, el fortalecimiento del Estado represivo y la implantación de la maquinaria de guerra como resultado del estatus de ser traspatio de EU. En otros países, el fortalecimiento militar y policial generalizado reformula también a las sociedades. Ya se sabe: en las situaciones bélicas, la primera víctima es la verdad”.
Los anteriores augurios de Sergio González Rodríguez son de 2014, año en que también apareció su libro Campo
de guerra, ganador del Premio Anagrama de Ensayo. Con motivo de su cuarto aniversario luctuoso, eché una releída a mi amigo y maestro Serge, encontrando aún más potente su mirada prospectiva para el país y para el mundo. La normalización de la violencia
comunitaria. Es innegable que la barbarie de la llamada guerra del narco del presidente Felipe Calderón no ha sido contenida por los posteriores gobiernos de Peña Nieto ni por el actual. Con el paso de los años, la violencia en muchas regiones del país se ha vuelto cotidiana. Aunque paró la retórica política de guerra, la inercia de la violencia no cede. El fortalecimiento del Estado represivo. Los presidentes Peña Nieto y López Obrador no cayeron en la retórica populista punitiva que usaba Calderón para justificar la militarización nacional, pero durante ambas administraciones se reforzaron los engranajes
de la función pública para fortalecer el poder del Ejército y la Marina, además de que la principal estructura policial -la Guardia Nacional- adquirió finalmente la configuración castrense largamente deseada desde el gobierno de Calderón.
Implantación de la maquinaria de guerra como resultado del estatus de ser traspatio de EU. Mi reelectura de Campo de guerra ocurría un par de días después de que un militar asesinara a un migrante de Guatemala que atravesaba la frontera de Chiapas. Esta ejecución se enmarca en un despliegue de 27 mil elementos enviados a patrullar la línea divisoria con Centroamérica, tras la presión del gobierno a cargo de Donald Trump, quien agradeció constantemente a México por su labor represiva en el sur.
Faltaría agregar el pronóstico de los ataques contra la verdad, que también auguró quien espero que pronto mande una señal divina desde donde ande.
La violencia en muchas regiones del país se ha vuelto cotidiana