Iluminados, 100 hogares en la Huasteca Potosina
En la segunda fase de Luces de Esperanza, Iberdrola México, de la mano de Iluméxico, instaló celdas solares para beneficiar a 36 comunidades del país
“El sol sale por la mañana, da color y pinta todo, da color y pinta todo, aquí en El Clérigo. Viene camino al panel, para iluminarlo todo, para iluminarlo todo, el sol sale en El Clérigo”; así, al ritmo de la guitarra, los niños entonaron “Aquí en El Clérigo”, una composición sobre dicha comunidad del municipio de Tamazunchale en el estado de San Luis Potosí, con la que le dieron la bienvenida a la energía eléctrica en sus hogares.
A través de un evento realizado en dicha colectividad con todas las medidas sanitarias pertinentes, Iberdrola México, junto con Iluméxico, dio por concluida la fase dos del programa Luces de Esperanza, en la que se instalaron 100 paneles solares en zonas rurales de la Huasteca Potosina.
Además, de acuerdo con José Manuel Argüelles, gerente de la central de ciclo combinado de la planta en Tamazunchale de Iberdrola, se espera que durante una tercera fase en el segundo trimestre de este año se beneficie a más familias en la región.
“Ver a las familias, ver su cara, su satisfacción, platicar con ellas al momento de encender la luz dentro de su casa, es una alegría para cualquiera. Para mí, como representante de la empresa y como persona, participar en este tipo de proyectos me es satisfactorio”, aseguró Argüelles.
Actualmente, de acuerdo con datos del Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México existen 268 mil 863 hogares que no cuentan con energía eléctrica; en San Luis Potosí, esta cifra asciende a 11 mil 142 viviendas.
Por tal motivo, Iberdrola México desarrolló un plan 2019-2024, donde se propuso favorecer con paneles solares a 12 mil personas a lolargodelaRepública,paraello,la empresadestinaráunmontodeinversión de 80 millones de pesos en energías limpias.
Tan solo en esta segunda fase, el número de beneficiarios fue de 700 personas en 36 comunidades ubicadas en los municipios de Tamazunchale, San Martín Chalchicuautla, Matlapa y Tampacán.
Entre las principales instalaciones de celdas fotovoltaicas durante esta etapa, se encuentra la de la Casa de Salud en la comunidad de Xiliapa, misma que forma parte de la Brigada Médica Móvil de Palictla en Tamazunchale, donde en la actualidad se atienden 240 habitantes y laboran dos enfermeras, un promotor de salud y un médico general.
“La Unidad Médica Móvil tiene 23 años de servicio en esta comunidad, pero la Casa de Salud se construyó hace 16 años, desde entonces hasta la fecha, no se contaba con luz, pero gracias al apoyo de Iberdrola ya contamos con un panel solar; de mucha utilidad para nosotros, porque batallábamos para hacer algunas detecciones, cargar la computadora, la impresora y las lámparas”, comentó el doctor Joaquín Romero Orta.
Al respecto, Olga González, auxiliar del médico, detalló que este beneficio en medio de una emergencia sanitaria es importante porque anteriormente “las vacunas las traían en termos y ahora ya sólo falta conseguir un refrigerador para que las enfermeras las transporten y puedan traerlas aquí sin ningún problema y sin el apuro de que se derrita el hielo de la hielera”.
Lo anterior, se debe a que en San Luis Potosí se registran altas temperaturas, sobre todo en temporada de primavera y verano; de acuerdo con el Inegi, la temperatura promedio en la entidad es de 32 grados; sin embargo, en la última semana, la Huasteca Potosina alcanzó los 40 grados centígrados.
Alfonso Jiménez, quien es padre de familia, expresó que una de las ventajas de tener la celda solar es que “ya no tenemos que estar comprando velas o diésel para alumbrarnos, ya no gastamos tanto; ahorita como les dejan mucha tarea a los niños, teníamos que tener velas para que hicieran tarea y era más peligroso, porque en varias ocasiones se nos cayeron y se prendían papeles y ahora ya no, ya nada más de prender el foco”.
Asimismo,RufinaVargas,esposa de Alfonso y madre de dos menores, confesó que ella no estaba cuando instalaron los paneles, de modo que “cuando llegué ya estaba y dije: ¡Ay, ya voy a tener luz, ya voy a poder usar mi licuadora y ver la tele! Me siento contenta”.
Los dos relataron entre risas que cuando querían mirar televisión “usábamos una pilita, pero si veíamos una película nos quedábamos a la mitad, porque ésta siempre se acababa.” Además, añadieron la importancia de que sus hijos, una niña de nueve años y uno de 12, cuenten con la energía eléctrica a la que ellos no tuvieron acceso en 37 años de vida.
Dichos pequeños participaron en todas las actividades culturales y talleres ambientales que se impartieron para todos los integrantes de la comunidad, esto gracias a la alianza entre Iberdrola, y la organización ConcentrArte, con los que niños y grandes tuvieron la oportunidad de conocer más sobre la importancia del cuidado del ambiente y, a la vez, desarrollar sus aptitudes artísticas, tal como con lo mostraron con su composición “Aquí en El Clérigo”.