Acaban 14 años correístas
Ecuador, a la derecha con la victoria de Guillermo Lasso
«Empieza una nueva etapa para Ecuador, en las que todos y todas podamos vivir mejor. Ganaron la democracia, la libertad y las familias ecuatorianas». Guillermo Lasso, presidente electo de Ecuador tras 18 años de gobiernos de izquierda, se convirtió ayer en el hombre del día en el continente. Muy pocos creyeron en su victoria, facilitada por una remontada histórica de más de 30 puntos.
El candidato del Movimiento CREO y del Partido Social Cristiano (PSC) ha reunido el 52.49% de los apoyos cuando sólo faltan por escrutar unos cuantos miles de votos. Su rival, el correísta Andrés Arauz, se conformó finalmente con el 47.51%, una derrota concluyente que le obligó a reconocer la victoria de su rival para no echar por tierra su futuro político.
«Convoco a la paz y a la reconciliación sobre la base del respeto absoluto a los derechos humanos. La persecución política debe terminar», insistió ayer el derrotado tras el discurso de Lasso, en el que aseguró que no emprenderá la persecución que sí implementó la revolución ciudadana.
A su jefe, Rafael Correa, le costó más asumir que ya no será otra vez el jaguar que ruge en América Latina, como él mismo había adelantado en las horas previas. Un varapalo inimaginable para el elegido por el ex presidente para regresar por la puerta grande a su país desde su exilio en Bélgica, su primer encontronazo electoral desde 2007.
Y una derrota en toda regla para el Grupo de Puebla y los aliados más cercanos a Correa, tanto Evo Morales como Nicolás Maduro. Todos ellos apostaron sin ambages por Arauz en su intento de ensanchar la llamada Patria Grande.
A la postre, el hastío de Ecuador frente a los abusos y la corrupción de la revolución ciudadana influyó de forma definitiva en el resultado. El voto oculto que esperaba la Unión para la Esperanza (UNES) fue realmente un voto de castigo.
La sombra del ex presidente Correa, invencible electoralmente desde 2007, sobrevoló durante toda la campaña. El prófugo de la justicia ecuatoriana, convertido en exiliado de lujo en Europa, asesor principal de Nicolás Maduro y estrella de la televisión de Vladimir Putin, frenó con sus constantes apariciones los intentos de su delfín Arauz de crecer por cuenta propia. «La amenaza que presentaba su regreso y su perpetuación en el poder hizo pensar a más de uno la ventaja de votar por Lasso o votar nulo», reflexiona Michel Levi, coordinador del Centro Andino de Estudios Internacionales, que además está convencido de que Ecuador sentía una necesidad de cambio de estilo de gobier