Evitar el repollo
El doctor Johnson dijo que era el único libro que lo sacaba de la cama dos horas antes de lo deseado para seguir leyendo.
Mario Praz llamó a sus páginas precursoras del ensayo moderno y observó que Lawrence Sterne lo plagiaba a placer al escribir su
Tristram Shandy. Anthony Burgess se preguntó qué maravillas no habría escrito Shakespeare, después de Hamlet, de haber vivido para leerlo.
Su autor es Robert Burton; el título completo: Anatomía de la melancolía; qué es, con todo tipo de causas, síntomas, pronósticos y varios modos de curarla. Se publicó por vez primera en 1621 y en vida del autor tuvo cuatro ediciones. La palabra melancolía lindaba aún con la palabra demencia; “las características que las distinguen”, dice Burton, “son el temor y la tristeza, y lo que diferencia a la melancolía de otras afecciones comunes en que también existen el miedo y la aflicción, es que éstos aparecen sin causa”. La más famosa de sus partes tiene que ver con la melancolía y el amor. En un libro que es digresión pura, una de ellas, “Digresión sobre el aire” puede leerse como el primer ensayo climatológico. A principios de este siglo, en (me imagino) la más reciente edición del libro en inglés (nyrb, 2001) el ensayista William H. Gass dice que Burton se ha revelado entre otras cosas como un serio economista político, un opositor a los monopolios, un enemigo de la guerra; un abogado de la construcción de ciudades jardín y de las pensiones para viejos. Ahí mismo Gass ataja la mayor objeción a la Anatomía… en todas las épocas: lo que para unos es un “cosmos de citas” para otros es un fárrago. Dice que las citas no son un fardo; son como peces bajo una red extendida, aún dentro del agua. Están, me digo, bajo la red textual –más de 500,000 palabras– de Burton; son peces-citas, vivitos y coleando a cuatro siglos de distancia.
Por cierto, a quien lee: en materia de dietas, evitar las calabazas y los pepinos, pero sobre todo el repollo. Según Burton es el más severo activador de melancolía.
Se publicó por vez primera en 1621 y en vida del autor, Robert Burton, tuvo cuatro ediciones