Lo kafkiano como norma
Probablementeunodelosmayoreslugares comunes para describir una situación inverosímil sea el de “kafkiano”. Si bien la propia narrativa de Kafka parecería explicitar la conversióndesusmundosenunadjetivocasiincorporado al lenguaje cotidiano, en el texto de Walter Benjamin“FranzKafka.Eneldécimoaniversariodesumuerte”,escritoen1934,quizáseofrezcanclavesqueincluso acasinoventaañosdedistancianospermitancomprender mejor la prevalencia del adjetivo “kafkiano” como muletillaexegéticadelassociedadescontemporáneas.
Se expone ahí que el mundo mitológico “es incomparablemente más reciente que el mundo de Kafka, mundo al que ya el mito había prometido la redención”. Sin embargo, si bien para Benjamin las historias de Kafka remiten a un mundo prehistórico, anterior al mito, se prescinde a su vez de cualquier tipo de teleología hacia la cual deberían conducir los relatos. Y Benjamin sitúa como precursor suyo a Odiseo, quien “está en el umbral que separa el mito y el cuento maravilloso”, pues al introducir en el espacio del mito a la razón y la astucia lo coloca en un terreno más correlativo al espacio de lo humano y de las historias que detallan su existencia, sin que fuerzas sobrenaturales la rijan o determinen.
Yquizáestaépocaqueserefieredecontinuoasímisma como kafkiana a su vez ha dado un nuevo giro para colocarse en el umbral entre el cuento maravilloso y el relatodecarácterrealista,cadavezmáshiperrealista,relegandoalmenosenelespaciodelasgrandesnarrativas mediáticas, incluso en el plano de la ficción, a lo fantástico a un apéndice de una suerte de lucha utilitaria entreelbienyelmal,absolutamenteajenoalapoéticadel sinsentidocomoespaciodefinitoriodelaexistenciaque pueblalasnarracionesdeKafka.Casoparadigmáticolo representan para Benjamin los animales que a menudofungencomonarradores:“Loqueesseguro:entretodaslascriaturasdeKafka,sonlosanimaleslosquemása menudoseponenameditar.Loquelacorrupciónesen el derecho, es en el pensamiento de los animales la angustia. Esta angustia echa a perder los hechos y sin embargoesloúnicoesperanzadorenellos”.
Así,enunaeraendondelaépicaesmayoritariamente utilitaria, centrada en los individuos como engranes de un gran sistema cuyo fin último es la productividad, la acumulación y el progreso es donde lo absurdo cotidianomereceelcalificativountantodespectivode“kafkiano”, pues es como si su mera existencia contradijera alagrannarrativadeinstrumentalismoteológicobajola quedeberíatranscurrirlavida.Siencontramosencambio que esa angustia corruptora del pensamiento de los animales es más la norma que la racionalidad instrumental que de nosotros se espera, se vuelve más difícil funcionar bajo los preceptos de dicha racionalidad instrumentalyseinviertedrásticamentelaperspectivade lo normal y lo extraño, con las incontables negativas de estoúltimoaextinguirse,locualenelfondoseríaloverdaderamente kafkiano pues, como cita Benjamin en el mismotexto:“¿Cómopodríancansarseloslocos?”.