Para AMLO todo es personal
Viendo el despropósito del gobierno de Andrés Manuel López Obrador de ampliar mediante un transitorio metido de última hora a la reforma del Poder Judicial y juntándolo con su embate contra el Instituto Nacional Electoral y lo que ha dicho recientemente en las mañaneras, me queda claro que para él todo es personal. No es un asunto de instituciones o de ideología, sino de qué piensa él de determinadas personas. Y luego, como suele suceder en estos tiempos, el resto del equipo se alinea.
Veamos el caso de la Suprema Corte. Hoy van tres ministros que han sido propuestos por el gobierno y aprobados por el Senado. Dos de ellas son mujeres —no estaría mal que hubiera una mujer presidenta—; una de ellas fue integrante de su gabinete y otra es la esposa de un viejo amigo y asesor.
Pero él quiere que sea Zaldívar presidente hasta que él acabe la presidencia. Así está cómodo. Y hasta el momento nada indica que a Zaldívar le disguste la idea.
Dijo ayer el Presidente: “Mi opinión ya la externé, es que el ministro presidente de la Corte es un hombre íntegro, honesto y que ayudaría mucho en la renovación del Poder Judicial, porque urge la reforma al Poder Judicial. (…) Si no se amplía el periodo, quien llegue va a ser más de lo mismo, va a significar más de lo mismo, más de lo anterior, más de lo que significaba el antiguo régimen”. ¿Incluidas sus dos nominadas, por ejemplo?
Las elecciones para la presidencia de la SCJN no son asuntos de niños, pero todos sabemos que el Ejecutivo siempre tiene un papel que jugar en esa grilla. ¿Para qué el batidero? Para que quede un nombre, una persona en particular, la que él quiere. Eso, pienso, debería ser suficiente para que el ministro Zaldívar rechazara la propuesta. No es asunto de un proyecto, sino de un hombre. Ayer en la mañanera volvió a hablar del INE —este gobierno ha nombrado a cuatro de los consejeros y consejeras— y dijo que no, que él no quería que desapareciera el INE, y conforme fue alargando la respuesta quedó claro que lo único que quiere es que se vayan dos consejeros —Córdova y Murayama— por algo que, según el Presidente, firmaron en 2006… cuando, por cierto, no eran consejeros.
Importa en estos tiempos cómo le caes al que manda. Los seguidores luego hacen lo pertinente. Así, esto de la transformación.
Importa en estos tiempos cómo le caes al que manda