Generosos y sospechosos
Por instrucción del presidente López Obrador se entregarán cargamentos de vacunas contra el covid envasadas en México a Belice, Bolivia y Paraguay. Nadie se opondrá a esta decisión, si bien nos faltan acá algunas dosis
Generosos. Una nota de Karla Guerrero en su periódico MILENIO informa que “derivado del programa Misión Humanitaria, México distribuye a Belice, Bolivia y Paraguay 400 mil dosis de la vacuna contra el Covid-19 de AstraZeneca, según informó la subsecretaria de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Martha Delgado.”
La funcionaria dio a conocer que, por instrucción del presidente Andrés Manuel López Obrador, se entregarán cargamentos de vacunas contra el coronavirus envasadas en México. Nadie se opondrá a esta decisión, si bien nos faltan acá algunas vacunas.
La SRE, a través de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), comenzó hoy la distribución de 100 mil vacunas de AstraZeneca en Belice; 150 mil en Bolivia y 150 mil más en Paraguay, con el fin de refrendar su solidaridad y cariño a los países hermanos. No está mal, la hermandad es la hermandad. Ni qué decir si se trata de cariño, cariño damos.
El subsecretario para América Latina y el Caribe de la SRE, Maximiliano Reyes Zúñiga, informó que este apoyo, encabezado por el gobierno de México, es símbolo del cariño y solidaridad en beneficio de los países hermanos. Bien por el cariño.
Más cariño
Una nota sin firma de El Universal informa que “el ex embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, criticó la estrategia contra las drogas del gobierno estadunidense.” En un mensaje en Twitter, lamentó que “el uso de drogas y las sobredosis se están disparando en EU”. El ex embajador siguió: “Y no tenemos una estrategia nacional para abordar la crisis más que pedirle a México que persiga y extradite a los capos”. En un artículo en The Arizona Republic, del viernes, resaltó el problema del “flujo de drogas ilegales y cada vez más letales hacia Estados Unidos”. Destacó el dato de que “EU registró más de 81 mil muertes por sobredosis de drogas en los 12 meses que terminaron en mayo de 2020, el número más alto de muertes por sobredosis jamás registrado en un periodo de 12 meses”.
Aunque escribió que como embajador instó “al gobierno mexicano a adoptar una postura más proactiva para interceptar el flujo de drogas ilegales y responsabilizar a los responsables (…) Estados Unidos no puede depender de México, o de cualquier otro país extranjero, para resolver nuestro problema de drogas”.
Sobre las actuales formas de resolver el problema, indicó que “el objetivo principal es atrapar a los malos y llevarlos ante la justicia. Si bien ese objetivo es obviamente loable, no puede ser la base de nuestra estrategia nacional contra el narcotráfico. Hay dos problemas con el enfoque, uno práctico y otro conceptual”. Acerca del primero dijo que “la mayoría de los cabecillas de los cárteles viven en México, por lo que su aprehensión y enjuiciamiento dependen necesariamente de las acciones del gobierno mexicano”. Prosiguió: “En cualquier caso, no está nada claro que las instituciones policiales y judiciales de México estén a la altura. El fallido intento de arrestar a Ovidio Guzmán, hijo del capo condenado Joaquín El Chapo Guzmán, en octubre de 2019, subraya el desafío”. Sobre el enfoque recalcó que “en un nivel más profundo, atrapar y probar a los capos de la droga no afectará significativamente el suministro de drogas ilegales”.
No obstante, aclaró que “nada de esto sugiere que Estados Unidos y México no deban trabajar juntos para aprehender a figuras clave en el tráfico ilegal de drogas y llevarlas ante la justicia. Los cárteles representan un grave peligro para ambos países y compartimos el interés común de erradicarlos”. El exembajador también destacó que “Estados Unidos no puede subcontratar su estrategia antinarcóticos a México. Cualquier estrategia que defina el éxito en referencia a los esfuerzos de otro país está condenada al fracaso. Estados Unidos debe tener control sobre la implementación de su propia estrategia, lo que requiere un enfoque renovado en los esfuerzos dentro de sus propias fronteras".
Por lo anterior, resaltó la educación y prevención “particularmente en las escuelas estadunidenses”.
Landau también abordó que “las fuerzas del orden de Estados Unidos deben atacar las raíces estadunidenses del poder de los cárteles mexicanos: el dinero y las armas”.
Concluyó que “con cientos de estadunidenses que sufren sobredosis todos los días, Estados Unidos no puede permitirse poner el destino de su estrategia antinarcóticos en manos extranjeras”.
Todo es muy raro, caracho. Como dirían en las calles: “¿algo de caspa del diablo?”.
Todo es muy raro, caracho. Como dirían en las calles: “¿algo de caspa del diablo?”